"DE LA DEPRESIÓN A LA FELICIDAD"
La emoción de la felicidad es débil, frágil y discontinua. Buscarla en los demás es el error más común. Pretender que te la proporcione el mundo es un despropósito que se paga caro y te deja en números rojos en el banco de tus ánimos. Para solventar un saldo tan precario, has de ser consciente de que no puedes rehipotecar tu vida con préstamos ajenos que nunca serán suficientes para sanear tu maltrecha economía mental. Las deudas no se pagan de un día para otro; es un proceso muy lento en que los altos y bajos se dibujan en gráficos de sierra que te hacen caminar hacia delante y desandar muchos pasos. No es fácil. No busques autopistas; para esas rutas no existen mapas marcando carreteras predeterminadas; valles, montañas, precipicios, veredas, arroyos, océanos, lagos, cañadas aparecerán en ese mapa más mudo que nunca. Sabrás que has llegado cuando tus pasos arriben a una autovía en la que puedes encontrar, si lo deseas, la compañía en alguna de sus salidas o bien, no pararte y contin