"LA VIDA POR CUATRO PAREDES"

Hace años, muchos creo, un amigo me contaba que vivir de alquiler era hacerlo en libertad. No estar atado a una propiedad sin movimientos de elegir nuevos destinos. Eran otros tiempos donde la mayoría optaba por la compra y una hipoteca de aproximadamente quince años. Sobre los cuarenta y pico, la tenías pagada y llegaba la casa de campo o de la playa, incluso, ambas. Al final de tu vida, los bancos siempre tenían una letra dedicada en tu buzón. Paralelamene, las viviendas sociales, de V.P.O. creadas por el estado, ayudaban con rebajas en los precios y facilitaban su adquisición a las clases medias y trabajadoras. Anteriormente, otras instituciones se encargaban de construir pisos de alquiler a precios módicos compatibles con sus nóminas: Ayuntamientos, sindicatos, Diputaciones y otras entidades públicas para sus trabajadores como Correos y, en Cádiz, Astilleros. Con el tiempo, se pusieron a la venta y cada inquilino las pudo comprar y ser propietario de su vivienda. Ahí empezó el prob...