"LA ILUSIÓN ES EXTREMA y DURA..."
España es un lugar extraño. Tiramos por el lado más difícil entre las posibilidades que se nos brindan. Somos de tradiciones, pero de las nocivas o de las las sinsentidos. Ponemos tiempo de muchas horas en busca de unos miles de euros en base a una ilusión que nos saque de pobres y por la que nos cobran deseos a veinte euros que damos por si toca. Antes del mediodía, habrá que alegrarse de que queda la salud... o no, porque nos la roban en nuestra cara. Qué lamento o agradecimiento nos quedará cuando salga esa bolita que no está en nuestro décimo, sólo en el diezmo de nuestros bolsillos? Y mucha gente es feliz en los toros durante el verano, y en hacerles daños gratuitos si no estás en la plaza porque así lo celebraban sus ancestros. Y, lo peor, mantienen la ilusión de ser esclavos de inmundos cayetanos que los arrastrarán en busca de su pieza caída para que se la sirva con la bandeja de su humillación. El pueblo es amante de esos malos tratos, lo demuestra desde su liberta...