"DONDE QUIERA QUE ESTÉS..."
En 1998, Serrat lanzó al mundo uno de los poemas más bellos de su obra dentro de su álbum "Sombras de la China". Cantaba al no olvido de un amor que nunca se fue a pesar de las muchas penurias que le sobrevinieron, jamás se separó de su recuerdo. Él personifica ese ayer en una mujer y en el profundo vínculo que los unió en el frío y en los fuegos de la vida. "Donde quiera que estés" es un verso de amplio espectro, aplicable siempre al amor porque lo añora, lo recuerda, lo vive y revive porque nunca se fue de su memoria. Ese donde quiera que estés se lo reclamo, ahora, a mi niñez, aquellos años inocentes en los que no dudas de la verdad porque aún no conoces la mentira; cambias el mañana por la noche de reyes, tu visita al dentista por la del ratoncito Pérez y la llegada de un bebé con la cigüeña. Era empezar a vivir con los dones que las hadas buenas te concedieron el día de tu nacimiento sin nubes, ni lluvias que escondieran soles. Veranos de juegos donde ganar er