Encontrarme en otros ojos y verte en ellos, mirarte en espejos con estrellas y subiendo más alto que ellas dejando cuerpos en tierra a lo suyo y su polvareda. Mientras los astros se alinean en otras dimensiones, en las terceras, son muchos los campos abandonados de guerras. Camas y nubes vuelan sobre espacios tibios cercanos a fríos que en sus suelos yacen  muertos y lejos, muy lejos de sentir el amor y el amar como lo que es, todo un arte. Bailar y bailar con almas sublimes encajarlas sin separarte, el amor las une, el amar las compone. Danzas libres, no las diriges, no tienen pies que calzarse. Demasiado altos en aquellos cielos para bajarse.  No quieren tocar la tierra, no quieren dejar de mirarse, se miran, miradas cómplices y, antes del después, ambos suplican a la vez: ¡que se pare el mundo, no queremos volver. Quedémonos en este yéndonos en él.!