"EL DES-MÉRITO DEL CAMPECHANO"

El universo está en llamas, el cambio climático ha debido influir en las malas estrellas alineadas con la maldad que parece estar de moda como escuché estos días a un buen periodista. El mal siempre ha estado entre nosotros, pero ahora está globalizado. El sentido común ha huído ante tantos despropósitos y está en paradero desconocido. Cuando las aguas sucias están tan revueltas, es fácil pasar desapercibida una más. Pronto se ha dejado en la página de portada la última fechoría de ese Borbón que silenció sus malas artes durante ese reinado que el pueblo llano, nosotros, creíamos heróico y resultó cobarde, desleal, egoista y mucho más. Era intocable. La constitución lo protegía y él se amparaba en ella para salir indemne de todos sus ocios y negocios a costa de considerarse el perfecto embajador del reino para sus trapicheos y tapaderas. Gritos en silencios de quiénes estaban al cabo de la calle y bocas cerradas por miedos aguillotinados a la inversa de María Antonieta y compañía...