"LOS INDULTADOS"
la certeza de que estaba
siempre comenzando,
la certeza de que
había que seguir
y la certeza de que sería
interrumpido antes de terminar.
hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente,
de la búsqueda..., un encuentro."
Con un fuerte y sonoro silencio me recibieron las olas, se arremolinaron a mi alrededor, como un corrillo de niños durante el recreo, queriendo escarbar en mis secretos. Por fin, una de ellas habló: ¿Por qué huiste de la montaña?, lo soltó así, como lo hacen los seres puros, con toda su inocencia. Le respondí lento, queriendo poner palabras inesperadas a esa difícil cuestión..., la montaña enterraba mi dolor escondiéndolo de mi vista pero con tan poca profundidad que, apenas caían tres gotas, volvía a asomarse retornando a casa enseguida. La montaña siempre está quieta, no se rebela contra quién la colocó en su sitio, se resigna a vivir mirando, escuchando, sin cambiar porque no puede desde su posición estática en el tiempo y el espacio, pero va creciendo según va engullendo todo lo que cae cerca de ella. El resultado es que va aumentando más y más y tú, cada vez más pequeña, prefieres no mirarla para no ser su alimento cada día.
¿Y por qué te refugiaste entre nosotras?, ahora le respondí rápido: vosotras no dais refugio, no existe dónde esconderse a vuestro lado, no tenéis lugares donde almacenar recuerdos malos, sois libres porque todo es presente, limpiáis lo que os entra en pocos minutos y olvidáis lo vivido y lo escuchado. El rencor no tiene espacio, el rencor vive del ayer y aquí, ese adverbio no se usa, la marea lo arrastra para que nunca se detenga y no dejen de fluir sus olas. Y qué son las rocas entonces?, sí, esas si se quedan, son el resultado de lo que quedó de ese ayer, lo que aún puede vivir, los indultados.
Qué bonito!
ResponderEliminar( Hermana mediana)
Del pasado al presente
Eliminarmerçies, ma mignonne
Dicen que el tiempo pone las cosas en su lugar.Ahí es el tuyo.Feliz día MANO.
ResponderEliminarSí, de vuelta a casa.
EliminarPienso en los bloques, aguantando el embate de las olas, denostados por su fealdad , maltratados por algunos con sus desechos pero indispensables para la defensa. Hay veces que uno se siente bloque.
ResponderEliminarPilares, sin duda.
EliminarUn beso desbloqueado, primo favorito.
👏👏👏👏💪
ResponderEliminarBuenos días, vecino!!!
EliminarEl dolor no se entierra, nos entierra. Hay que conseguir que el mar se lo lleve del todo. Un fresco y bonito día desde mi ventana..
ResponderEliminarPrecioso comentario y reflexión.
EliminarQue tengas bellas vistas toda la jornada.
El mar es poderoso nos libera y nos llena de tranquilidad, armonía... Todo es bueno!!!! Su olor es especial y llenar tus pulmones de él te revitaliza cuerpo y mente.
ResponderEliminarMATRÍCULA DE HONOR, Moby ❣️
El mar es generoso y comparte sus privilegios con todos!!!
EliminarTodo lo que sirva para el bien de uno, bienvenido sea.
ResponderEliminarQué bonito escrito! Me encanta! Pero... Ya sabes que siempre hay un pero en esta vida, solo añadir algo, esa roca dura que le llamas los indultados, con el paso del tiempo se va erosionando por esas olas, cada vez van cogiendo más y más fuerza hasta lograr penetrar en la arena, hay que recordar siempre que si esas rocas no se afianzan con unos buenos cimientos y día a día se van reforzando al final, nuestro querido tiempo, se las lleva por delante con ese agua salada que a la vez limpia el alma.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte