"EL POBRE SOR..."

 

En escasas horas, los estudiantes y profesores dirán adiós a sus largos veranos. Es el momento de engrasar la maquinaria del aprendizaje para ambas partes y, para la gran mayoría de ellos, las ganas están dormidas. La motivación es la base del éxito y es la asignatura primordial para lograrlo. El ´un año más o uno menos´ es la premisa: que lleguen los puentes, las navidades, semana blanca, semana santa y el soñado estío de nuevo. El primer día es el del reencuentro y lo hace más llevadero, pero es también, el del inicio de un nuevo ciclo de aburrimientos porque ignoran qué hacen y para qué les sirven tantos madrugones y tantas jornadas idénticas sin más. 

Es la profesión más difícil del mundo y nadie lo sabe; de ella dependen las mujeres y hombres que nos gobernarán, nos sanarán, nos atenderán y cuidarán. Pero, nadie se lo plantea. Viven al día sin reunir la suma de cada jornada y lo que significa ese conjunto de horas en su esencia. Tiempos desaprovechados, malgastados en otros preceptos adoctrinadores que no calan en ninguna de las almas que acude como público cada fecha marcada de rojo en ese calendario tan azul.

Libros de textos cuyos contenidos obligan a memorizar en lo que dura un día de examen y que acabarán en la papelera de la desmemoria sin retener conceptos que no se escribieron en esos papeles o pantallas con tan poca vida. Y eso es muy aburrido y poco o nada aleccionador para el aprendizaje: enseñanza low cost, de usar y tirar..., 

Hemos tenido infinitos cambios de leyes en la educación, y a cual peor que la anterior. ¿Por qué lo afirmo? por los resultados. Falta la base de todas las materias: la de pensamiento individual, jamás se trabaja en la persona, en sus diferencias frente al resto (a nos ser que muestre una discapacidad evidente y se le proporcionan sesiones de apoyo, sí, pero con la finalidad única de que se aproxime al nivel del resto). No se valoran ni protegen la libertades de ser diferente intelectualmente ni sus dudas más allá de la repetitiva lección que marca la programación establecida para ese día y esa hora. Falta el diálogo imprevisto, ese que surja de una pregunta que no recoja las trasnochadas editoriales, pero que es necesario responder o, al menos, sembrar dudas para que cada cual le dé su solución. 

El/la profesor/a, independiente de su materia específica, tiene la obligación moral y profesional, de venir pensado de casa, de ser capaz, dado  que es el responsable, de responder las nuevas preguntas que se planteen y dar la capacidad de que el alumno sepa que hay vida que resolver más allá de la hora de salida y de su vuelta al día siguiente. Nunca será una clase perdida de una asignatura por utilizarla en reflexiones y debates prohibidos. Si nos robaron la filosofía de la programación, hay que seguir trabajándola porque es la madre de todas las otras. 

Me consta, por experiencia propia, que es ir contracorriente y que no es lo que los padres y madres, en su mayoría, buscan para sus hijos/as que se van felices con el dígito escrito en su boletín trimestral si, al menos, ha pasado del 5. 

El profesor lo tiene complicado entre jefes, colegas y familias. No lo ven necesario si no es materia curricular. Se intenta hacer formas diferentes, novedosas, alguna que otra estrambótica para cumplir con el sistema establecido con cada nueva ley educativa. Y, yo, ahora desde fuera y cuando aún estaba en activo, las vi nacer muertas. La preparación del profesorado es fundamental para esos cambios. Y la aceptación de los equipos directivos de valorar ese trabajo durante y después de realizarlos. Y eso sólo se califica en el comportamiento de sus alumnos cuando salen a la vida y ponen en práctica esa lección enseñada y aprendida por ambas partes: ser seres humanos, sensibles a lo que nos rodea.. Entender que ni el machismo, ni el acoso, ni el racismo, ni la desigualdad, el engaño, las mentiras, las trampas, ni la falta de libertad hacen un mundo habitable.

El/la profesor/a derivan, en muchas ocasiones, en el/la Pobre- Sor (del francés ´soeur´= hermana, monja, madre...) castradoras de pensamientos fuera de sus dogmas y deja en la puerta de entrada lo que se aparte de sus doctrinas. Son, pues, pobresores, personas que quisieron cambiar un día el mundo pero que tiraron sus toallas porque es más un trabajo que una devoción para él/ellas.

A mí me partieron la cara por partírmela yo en en esas supuestas libertades que me tomaba por mi cuenta y riesgo. Mi mayor defensa era mi seguridad de saber que hacía lo correcto y lo sé por ese resultado en los corazones de los que tuve el gusto y honor de compartir tantos momentos de crecimiento para ambas partes. 

La finalidad es el alumnado, cada uno es un ser diferente, especial; hay que legislar con flexibilidad,  para que esas mentes propias aprendan a pensar  con criterios racionales antes de dar pasos perdidos. 

Y acabo como empecé: !ES LA PROFESIÓN MÁS DIFÍCIL E IMPORTANTE DEL MUNDO!

Comentarios

  1. No he vivido esa difícil profesión desde dentro pero aún así, siempre la he visto muy complicada; como si los profesores estuvieran entre la espalda y la pared. No sé qué pasa hoy en día que noto una gran ignorancia en ciertos temas, incluso en auniversitarios. Por ejemplo, en geografía hay una ignorancia tremenda; y en temas de actualidad una indiferencia insultante. Será verdad lo que dices de cada nueva ley de educación.

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    1. En las leyes y en la ejecución del sentido común de la realidad.

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