" LAS I.A.(S) INTELIGENCIA ARTIFICIAL y/o " IGNORANCIA ANORMAL"

Hubo momentos en que escuchaba en clase a algún alumno/a cuyo abuelo o abuela se expresaban con vocablos incorrectos. Inmediantamente, eran reprendidos por mí (no sólo en calidad de profesora, sino mucho más, de ser humano). Esa generación vivió la guerra, el hambre y la necesidad en todos sus ámbitos. La guerra arrasó con el aprendizaje y el analfabetismo llenaba campos y ciudades. Esa ausencia de alfabetización debía ser justificada y respetada por sus descendientes. Lo que sí constituía delito es que dos generaciones más tarde, esos nietos/as incurrieran, voluntariamente, en seguir un camino que le cortaría las alas de su libertad y autonomía en su futuro al carecer de instrumentos con los que comprender discursos orales como escritos y no tener armas con las que dilucidar la verdad de la mentira de sus lecturas y escuchas.

Décadas más tarde, se materializa el sueño de aquellos adolescentes que deseaban un simple botón que sustituyera sus acciones físicas y mentales. Ya no hay que pensar, ya lo hacen por mi. Desde un sofá, el mundo gira a través de imágenes nacidas del vientre de un laboratorio y a gusto de sus creadores. Nos ponen la mesa y nos sirven un menú sin sustancia, sin sabores originales ni la tradición de cocinarlos a fuego lento añadiendo la paciencia del buen hacer.

Hoy, la I.A. está en todas partes en las que se le abre la puerta de par en par, se la recibe, extrañamente, con cariño, ese que no se da por ninguna de ambas partes. El amor también puede mostrarse artificial...

Se la programa para que imite estilos brillantes y se queda en meros sonidos enlatados que ni a las suelas de esos grandes... Lo artificial versus lo natural jamás ganará partidas. Llenará estómagos vacíos de saber que se contentan con lo insípido y descorazonado de la vida que no es.  

Cuando paseo por mis calles de la infancia, observo que, ahora, se visten de uniforme en sus portadas. Las franquicias tan repetidas anulan colores originales y genuinos. Vista un calle comercial, en cualquier ciudad, vistas todas. Y esto, a pesar de la nostalgia, no es lo más grave. Lo más peligroso es oir un discurso cosido con retales sueltos, raídos y roídos por ratas y carroñas que, oído uno, oídos todos los que se acogen a esa uniformidad desinformada que se extiende como epidemia pandémica al respirar esos aires contaminados de ignorancia que no debaten porque no saben; la carencia de esos instrumentos despreciados en las escuelas que se lo ofrecieron les impide abrir las puertas de esa mente cerrada que provoca la ignorancia anormal.

¡QUE NUNCA MUERAN LOS ARCOIRIS, LA DIVERSIDAD DE SER DIFERENTES, LOS ERRORES QUE TANTO NOS ENSEÑAN A CAMBIAR LO QUE SÍ Y LO QUE NO. SEAMOS PERSONAS EN ESTE UNIVERSO CADA DÍA MÁS GRIS Y OPACO; QUE SE ABRAN MENTES DE PENSAMIENTO Y EL MUNDO SEGUIRÁ SIENDO NUESTRO Y LA LIBERTAD CON ÉL!