RELATO: "LA NOCHE QUE NO SE VA"
¿Por qué han bajado la persiana? Hacen con las horas lo que quieren y pretenden acostarme más temprano. Si abrieran estas ventanas con ese pestillo oxidado de no usarlo, la tarde se haría más joven y nos tomaríamos ese café en el bonito salón de moda. Buscaría entre tantas telas, mi vestido rosa con esa hermosa lazada que me ceñía la cintura, ah, y mis zapaticos de tacón medio a juego. Qué bonita lucía en esa mesa blanca, cuánta gente sobre sus sillas también blancas, lo veo como un jardín plantado de muchas rosas y ninguna marchita. Jamás me olvidaba de cuidarlas aquellos días.
Me gustaba reformar mi casa, era más fácil cambiarla a ella que a mí. Pero, no recuerdo estos cambios de ahora y me pierdo cuando voy a otra habitación. No están mis libros, ni los retratos de los que tanto quiero. Las paredes blancas no eran las mías y mi sofá se ha ido con ellos. No sé de quién sospechar, las llaves sólo las tenían los míos.
¡Me temo que me han asaltado!, y apenas me han dejado camisones y alguna bata que no hace juego con las zapatillas. No me reconozco en el espejo que tampoco sigue ahí. ¿A dónde habré ido? Hace mucho que no voy a por el pan, creo que ya no me gusta.
Cuando me duerman, aprovecharé para buscar mi casa entre tantas habitaciones y pasillos; ojalá, las escaleras no estén despiertas, me asustan, no quiero escalones, mi vida es plana y no me los permiten. Durante el día, un vasito de plástico acompaña a unas chuches de colores, ya no saben dulces, pero me las tomo y llega el sueño, pero ya no sueño, sólo descanso. A veces, no me las tomo y me siento más fuerte y me recuerdo mejor. En casa, mi comida se la pasaba al plato de mi hermano cuando no me gustaba, él nunca se chivaba y yo feliz de no pasar ese mal trago. Ahora, no tengo a nadie a quien hacer cómplice de mis desganas. Mi bata no tiene bolsillos. Mis recuerdos vagan sin armarios que los conserve.
Mi color siempre fue el blanco y todos visten con él en este espacio que ahora es el mío. A dónde habrá ido mi casa, quizás ella me busque, pero no la avisaron y andará perdida por las calles, desorientada y, tal vez, llorando mi ausencia. Nos cuidábamos la una a la otra. No sé por qué nos separaron. He preguntado, lo he intentado muchas veces, pero la cola de espera es inmensa y nunca llega mi turno.
He debido hacerme mayor, mi madre ya no viene a recogerme a la puerta del colegio. Hace mucho que no la veo, creo. Quizás estuvo hace unas horas y me dijo algo, pero ¿el qué?
Recuerdo que mi memoria era grande, todo lo metía en ella y nada se extraviaba. No sé tampoco dónde la guardé. Podría estar en algún baulito o en una de mis cajitas de porcelana que se me fueron cayendo de las manos y ya no las pegué, o sí, es posible que los trozos estén malviviendo unos con otros en formas diferentes y de ahí mis confusiones. Mis recuerdos se quedaron fijados hasta dónde pude llegar esos días. No sé qué hicieron con mis porcelanas, ¿estarán en la basura de la desmemoria? ¿Alguien rebuscó en ese contenedor y les dio otra vida? ¿Alguien me ha robado más de lo que pensaba, cuando pensaba?
Imagino mi mente hecha de plastilina, se moldea sola, a su capricho. Ya no atiende a reglas, no las entiende, aunque se la expliquen. Ya nadie se ocupa de ella, creen que con esos caramelos es suficiente para que se entretenga y olvide más de prisa lo que deseo recordar. Ella no lo sabe aún ni lo sabrá, pero mi mente está muy confusa, más que nunca. Yo no la puedo ayudar, me gustaría, pero es imposible. Mi cuerpo aún vive, pero ella se desliga de mí y se aleja en ese ir y venir que, pronto, sólo será una ida. Sin ella, todo da igual. Mi voluntad se escapó con ella. Mi cuerpo respirará sin aires nuevos ni frescos. Espero que el olvido no me deje en este rincón desconocido de blancura excesiva y de tremenda negrura en el vacío de no saber quién soy y con la pena de quién fui.
Vienen a por mí, me he perdido y me andaban buscando. Traen más vasitos con chuches que otras veces. ¿Será mi cumpleaños?

"...mi bata no tiene bolsillos" . Pintaré unos cuántos para tí donde puedas apoyarte sin resbalar. Un fuerte abrazo. 😘😘🤗
ResponderEliminarNo te olvides, querida Inma!!!
EliminarEs una maravilla leerte, has expresado tu mundo interior de una manera valiente y hermosa. ¡¡¡No dejes de tomarte las chuches!!!
ResponderEliminarEs una maravilla que lo hayas entendido tal cual lo he sentido. Las chuches, mis compis. Muchos besos, querida Isa!!!
EliminarNadie como tú se hace una radiografía del propio ser. Hermoso e intrigante a la vez.🥰🥰🥰
EliminarQué grande tu comentario. Muchas gracias, Emilio!!!
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