"AUDIOS ESTRESADOS: DEMASIADOS REVOLUCIONADOS (X1, 1,5X, 2X...)


El concepto de revolución es amplio. En principio, con este término se aludía a cambiar el sistema de las estructuras concebidas e implantadas para avanzar en mejoras sociales, económicas, intelectuales, etc.

Hoy, la revolución se ha parado en la tecnológica al igual que esa supuesta evolución en la comunicación a través de ella.

El frente a frente está demodé, y las miradas a los ojos olvidadas. Sólo nos sirven para mal leer textos cuyos mensajes parecen escritos en claves por agentes de la C.I.A. o la K.G.B. Las palabras se merman, las preposiciones y demás nexos están en paraderos desconocidos y la ortografía en la U.V.I.

El teléfono, cuando servía para hablar y escuchar, con su cablecito y su dial giratorio, estaba lleno de vida, (con sus interferencias, cortes e inoportunos ruidos), sólo era cuestión de hablar más alto o de remarcar hasta completar ese mensaje entre los interlocutores. Se disfrutaba. Y se controlaba por su precio, había que contar los minutos o segundos o acabaría encadenado pagando ese delito de gasto incontrolado.

Hoy, los cables se cablearon demasiado y malviven en el país de no volverás. Los móviles los echaron de su mundo estable en su mesita de diseño junto a la guía que chivaba lo que hoy serían contactos. La nueva tecnología mató esas antiguas y completas charlas con sintaxis correcta y sus nexos. 

Pero, no era suficiente, demandaban menos esfuerzo, el teclado ya cansaba y se inventaron los audios. Mediante mensajes de voz, la comunicación parecería más humana y algo sí lo fue. El emisor lanza su discurso presuponiendo que su receptor lo comprenderá mejor que en esos indescifrables mensajes deformados. Pues, no. Resulta que 'el escuchador' tan acostumbrado a no serlo, no presta su oído en más de los segundos que le ocuparían una lectura y lo soluciona con un botón y sus varias opciones que te adelantan al futuro final de ese mensaje con tantas revoluciones que nos conduce al inolvidable Charles Chaplin en su papel de 'Charlot' con la diferencia de que, a pesar de su rapidez, lo entendíamos al completo. En cambio, ahora,  con esa nueva modalidad de pasar palabras tan revolucionadas y nerviosas, la transmisión corre más que tu cerebro y el mensaje queda en los aires volando con los vientos. 

¡Cómo te das cuenta? Muy fácil, su discurso no ha cambiado desde la primera respuesta y sigue hablando de lo único que, a duras penas, ha podido recomponer a salto de mata. 

Es raro que no aparezca delante de esas opciones de 1x, 1,5x y 2x, el 0x; es decir, la del silencio total. No creo que tarde...

Comentarios

  1. 🫢 Er More, hoy, 😇 no dixit... 😜

    ResponderEliminar
  2. 🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️

    ResponderEliminar
  3. De tu, como siempre, magistral relato me ha hecho gracia especialmente eso de que los escritos por móvil parecen a veces claves de alguna agencia de espionaje. Que cierto es. Que manera de ahorrar o quizás de esconder carencias en ortografía

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me saaál vidaoo poneeé mi nombre antes.🥴🥴🥴

      Eliminar

Publicar un comentario