MICRORRELATO: “DESPENALIZADA”
La pena vivía gracias a mi despensa, era mi compañera y mi
alivio. Unos chupitos varias veces al día, según demanda, eran suficientes. Las
dos envejecimos, ella más rápido que yo. El desgaste de la convivencia nos
alejó y era el momento de abrirle ventanas y darle el empujón que nunca me
atreví. Su vejez me facilitaba el trabajo, ya no me podía atacar ni responder. Un
fuerte golpe de viento lo hizo por mí. Y lo que nos unió tantos años,
finalmente, descubrí que tan sólo fue el aburrimiento que desapareció volando a
la par. No sentí pena.
NOTA DE LA AUTORA: NO CONFUNDIR PENA CON SUSTANCIAS.
SÓLO ERA PENA, PENITA, PENA...
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Geniaaaaaaal. A tomar por ahí la pena. Incluso me has hecho sonreír. Claro, sin pena es más fácil. Te adoro, escritora.🥰🥰🥰
ResponderEliminarAy, mi Leti, cuántas risas desaprovechadas para habernos reído de aquel mundo. Te quiero y te admiro.
EliminarSe me olvidó poner mi nombre. El primer comentario soy yo. 🥸
EliminarEso son los muertos... de risa. Cambiándolo todo de sitio.
ResponderEliminarEscrito breve pero no penoso, al contrario, delicioso.
ResponderEliminar( Nicasia)
Gracias, hermana mediana.
ResponderEliminarA tomar viento las penas!!! Que el Levante las lleve bien lejos!!!
ResponderEliminarPerfecto. Gracias, Anónimo/a
EliminarDoña pena salió volando,
ResponderEliminarY tú con el mazo dando,
Con el mazo dando
a una pena que salió volando.
Adiós pena, adiós,
ya no me importas un rábano!
Y mi risa vuelve de vez en cuando. 😂😂😂😂
P.D. Siempre es bueno tener una despensa bien organizada. 😘😘
Qué arte, Inma, tienes rimas para todo que suenan con tu voz privilegiada de fondo. Gracias, ARTISTA!!!
EliminarTú si que eres ARTISTAZAAAA!!
Eliminar