"ISABEL LA CAÓTICA Y ROMPEDORA"


Llevas nombre de reina; en España, has tenido a dos predecesoras que dejaron huellas profundas y que hicieron historia: la primera Isabel, la católica, basó todos sus principios políticos en la cristianización de judíos y musulmanes a la vez que expoliaba sus bienes y su fe. La segunda, hija de quién era, heredó un país desechado en guerras anteriores, durante y posteriores a su reinado, su opción fue la de irse al país vecino hasta la situación se calmara...

Y llegaste tú, la tercera, donde esa genética alterada ha dado su fruto convirtiéndote en una frankestein fabricada con las peores piezas de tus antecesoras. Y algún que otro parentesco detecto con otro monarca, Atila, por no poderse pisar suelo después de haber pasado tú por él.

Eres la primera de la fila para asistir a la manifestación que organizáis toda vuestra pandi con el fin de que España, la patria, no se rompa por los pactos con partidos catalanes que, según vosotros, destrozaría esta bendita tierra que habéis hecho vuestra, tanto, para erigiros en sus adalides y que no le dé ni el aire, imagino que sólo de cara al sol...

Tan I.D.A. en tus pensamientos tan abstractos en símbolos como la bandera, la patria y la no secesión de ella, sobrevuelas por el bien y el mal sin sentir ni cuestionarte tus actos y los de los tuyos. Portarás carteles de esa no ruptura por el bien, o mejor, por tu bien y el de los vuestros para no perder los privilegios de los que gozáis a costa de los que no están con vuestras mercedes.

Gritas a los cuatro vientos que  España no se rompa cuando tú has roto y destrozado los derechos básicos que nos protegían: la sanidad pública, más privada que nunca por otorgarles favores a los que te protegen a cambio de oscuros pactos; has roto sueños de jóvenes que no podrán estudiar por carecer de ayudas que otorgaste a otras familias pudientes y no necesitadas; has roto la alimentación de niños cuya nutrición estaba en esos comedores escolares que les darían sustento para crecer con salud; has roto familias dejándolas sin sus abuelos durante la pandemia por considerarlos no merecedores de seguir vivos ni de ayudas por la parte que te correspondía gestionar; en cambio, tu familia sí lo era y permitiste negocios oscuros y beneficiosos para los tuyos.

Y, tú, la mayor defensora del reino para conservar esa unidad tan rancia que pretendes, lo harás sin mirar hacia atrás y ver cómo has dejado lo más importante, la tierra por donde pisaremos los demás cuando llegue el día en el que tu mundo esperpéntico sólo sea un mal recuerdo. Deja de hacer ese ridículo tan espantoso que tan dañino resulta para el pueblo al que sometes y no ROMPAS más tu ciudad, los barrios, barriadas y pueblos de esa Comunidad que, por ende, pretendes extender manteniendo esa política tuya de la unificación para tapar tropelías por doquier. Isabel, la más caótica y rompedora de la historia de España, así serás recordada. 



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