"UNA HABITACIÓN EN EL LIMBO"
Existen espacios que aun ocupados sin descanso no son de nadie. Pagas las horas que los habitas, pero tampoco te apropias de ellos cuando es tu estancia. Su olor es el de todos y de ninguno. Su tacto no se diferencia del resto. Su gusto, insípido. Su vista, la misma postal, y su oído, ruedas que van y vienen por los pasillos en los cambios pactados.
Si el limbo se identifica como lugar de paso hacia otro en propiedad eterna, eso es lo que siento en las habitaciones de hoteles. Son sitios sin almas. Sólo cuerpos que entran y salen y nada queda de ellos en su marcha. Cuántas vidas con sueños de amor murieron allí; cuántos desengaños de pasiones que no fueron eternas en tan pocas horas; Cuántos primeros amores iniciaron vidas clandestinas que muerieron a la luz del sol. Cuántos hijos engendrados sin conciencia de que una noche daría para más vidas. Cuántas lunas de miel cambiaron a las de hiel poco después. Cuántos descubrimientos de lo que vivía cubierto bajo secretos de estados de que todo iba bien y todo iba mal. Cuántas noches de cenas sin pisar las salidas para seguir en tu mundo perfecto. Cuántas veces olvida tu número porque todas son iguales y la equivocación es tan fácil que no sorprende. Sus llaves se perdieron en el fondo del mar y nacieron tarjetas que te dan permiso como semáforos para atravesar hacia ese lugar en la otra acera de la que tendrás que volver a dónde perteneces y dejar atrás ese momento de olvido o recuerdo que viviste en un lugar que, quizás, de cuyo nombre no quieras acordarte.
Qué bien lo explicas todo y cuánta verdad en tanto detalle, aunque también te digo que de vez en cuando, debiéramos estar en "el limbo" pa respirar oxígeno puro. 😂😂😂😘
ResponderEliminarEl limbo es necesario para descansar el alma cuando se nubla. Y, como tú dices, respirar aire puro. Besos muy grandes, querida Inma.
EliminarAsí es ! 👍
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