"PORQUE LAS ROSAS SIEMPRE VIVIRÁN"


Mi rosal es un privilegio que no habita, tristemente, en todos los jardines. Pocas rosas se marchitaron en él. Cuando alguna se va, le digo adiós y entiendo que era necesaria su ida y sus motivos y los míos. Crecieron disfrazadas y aparentaban ser esa flor que nunca fueron y acabaron en la puerta de salida de mi Edén particular, sin probar manzanas, pero lejos del árbol de la ciencia que les prohibía razonar y no pertenecían al mundo de la claridad y la verdad. Para ellas, hay un rincón donde el olvido las recoge y no molestan en su invisibilidad. No hay rencores, mi memoria no es capaz de retenerlos.

Mis rosas, las que siempre me acompañan, las que crecieron conmigo, las que nos hizo familia que intentaron romper unos papeles después, siguen ahí, aquí. Ningún juzgado tiene ese poder para anular lo que es irrompible: LA AMISTAD SIN CONDICIONES. No son lazos de sangre, lo son del corazón y no necesitan de riegos diarios ni programados, el cariño se encarga de cuidarlos. 

Ella es la rosa de la alegría, de las risas, del saber que estamos de paso y jamás pierde ese paso en cada baile que sale a la pista donde se adapta al son que marque la música por muy disparatada y desconocida que fuera. Ella sabe salir triunfadora y hacer triunfantes a los que la rozan porque imana con esa tranquilidad y calma que pacifica batallas y atrae la paz. 

Ella vive envuelta en papeles de alto rango; conoce, como nadie, esos anaqueles de madera que los exponen a la vista, miradas y ojos que se beben en largas horas de estudio o de placer en esas lecturas prestadas en cada jornada.

Ella es una rosa, por derecho y nombre, que durante unas horas, desde sus risas y su calma, consiguió traspasármelas entre palabras y abrazos de los que abrigan. Es la amiga y es la mamma de todos. No cierra su salón en cada fiesta, siempre tiene una silla más para el que está de pie. Ella es así.

Soy una afortunada, ningún juzgado consiguió anular los lazos grandes que un día firmé y formé con esa familia. Muchos años después, el rosal se mantiene solo, se autoabastece de lo que sembramos hace tantas décadas que nunca murió porque las rosas siempre vivirán.

Comentarios

  1. Que tú y tus rosas sigáis igual de hermosas. Ya nadie a quitártelas osa.
    🥰🥰🥰🥰

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  2. Un buen jardín en el que tiene cabida la buena gente. Ya estás en él.

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  3. Inma Reivan8/5/25, 13:59

    Y quién es capaz de apartar la mirada a una rosa, en todos sus colores, en su cara y cruz. No se pueden presentar más auténticas, con la verdad por delante, con sus pros y sus contras, con su carácter, sin engaños ni titubeos... , con su carisma, su belleza, su aroma...y con sus espinas, tal cuál querida amiga. Más de un humano debería aprender a ser tan transparente como ellas, y no esconder tras su falsa sonrisa, el lobo que lleva dentro. Que vivan las rosas , así como tú.
    Me encanta cómo escribes y cómo lo cuentas, simplemente GENIAL. 🌹

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    Respuestas
    1. Tu transparencia y claridad te hacen aún más GRANDE. Muchas gracias, querida Inma!!!

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