"EL TIEMPO ME AMA"

 

 El tiempo vuela, pero, a veces, se para en sus vuelos y se posa sobre mis ramas deteniéndolo. Ayer, cumplió tres años mi mastectomía y por aquí siguen esas horas regaladas como obsequio sorpresa e inesperado. Días después de mi intervención, el tiempo y yo pactamos un silencio mutuo. No nos incordiamos el uno al otro y nos dijimos: vive y deja vivir. Hoy, me ha venido a la memoria por su aniversario y deseo agradecernos que ambos hemos cumplido con nuestra palabra. Los calendarios pierden sus hojas a diario como otoños eternos; él va a lo suyo y yo también. Nos saludamos con los buenos días y no le pregunto hasta cuándo, sé que no me va a responder ni tampoco me inquieta ignorarlo.

Soy consciente de que le he retado a la vida con mis decisiones y no me arrepiento. De momento, voy ganando y él se contenta con limitaciones a las que yo me adapto sin protestas porque esa fue mi elección y, a pesar de que el mundo estaba en contra, acerté. 

Ahora, en mi tercer cumpleaños, echo la vista a estos treinta y seis meses y siento que he cumplido mis sueños y ellos conmigo, a mi lado, han sacado otra parte de mí oculta con velos oscuros que cubrían esa luz opacada deseosa de desvelar emociones escondidas en el baul de lo prohibido. 

Al final, aprendes que la salud está en tu mente más que en tu cuerpo. Que si ella no respira bien, todo se para y si es al contrario, todo funciona. La aceptación de la realidad dirige los pasos aun sin pisar la calle. Mi mente es la que me pone los pies en el suelo y me calza con zapatillas caseras porque es lo que hay y digo adiós a esos tacones que me debilitan los sueños que me han despertado a la verdad.

Estos tres años, más de mil días, he parido dos libros y ,mi hija, mis dos nietos. La vida no es tan breve, da para mucho si sabes administrarla. Ese es el secreto.