"LA GRIPE ALFABETA"

 

Mi amor a las letras y a la composición infinita de palabras es más que conocido por lo mucho que he escrito sobre ellas. Tenemos un abecedario con el que jugar en esa múltiple creación y transmitir emociones y mucha información a través de cada una de esas grafías. Desde hace casi un mes, aún dando sus últimos coletazos el año 23, empezó a sonar con fuerza la primera de las cinco vocales, sin necesidad de ninguna consonante, para denominar el mal que aqueja a más de la mitad de nuestro país (qué curioso, siempre dividida en dos...); era la gripe, enfermedad viral que nos suele visitar con los fríos del invierno como el invitado molesto que entra sin permiso y se queda hasta agotar la existencia de víctimas en cada hogar. Tiene efecto dominó, ataca al primero y no para hasta derrumbarse la ficha que termina esa hilera. 

Esta temporada, como las rebajas, se ha adelantado y ha sido una más en la mesa de estas fiestas ocupando la silla de otro menos que se dio de baja por su culpa. Esto ha provocado que se haya alimentado en exceso y que, con su fortaleza,  no desee abandonarnos. Ha usurpado el poder de acción y decisión a todos a los que nos ha sometido bajo su yugo. Sí, yo también soy una invadida, se presentó ante mí o detrás, el mismo día de navidad, me pilló con la guardia bajada y, desde entonces, se ha adueñado de mi agenda y de mis propósitos de año nuevo (no los había formulado aún, pero queda bien decirlo). 

Yo, tan defensora de las vocales, no he tenido ningún privilegio para salvarme de esa temida y mayúscula A que no se despega de mí y que sube mi temperatura a su antojo en cualquier momento que le apetezca. Son muchos días de okupación los que lleva, viviendo a mesa y mantel a mi costa, vaciando mi débil despensa corporal hasta que se dé por saciada. Voy a luchar contra ese enemigo gorrón y de mala conciencia. Lo debilitaré con un arma secreta que no se espera; la batalla durará una semana en la que se mantendrá una lucha sin cuartel hasta derrotarlo. Espero su exterminio, que no quede ni su sombra y que salga con los pies por delante y dé por terminada esta cruzada invisible cuyo objetivo es advertirnos de que no somos tan poderosos como pensamos pues, su minúsculo tamaño le permite entrar sin ser visto y disparar por doquier. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaachíssssssssssssss!!!