TETRALOGÍA ROJA 1:"VA POR TI, PEDRO Y POR TODOS NOSOTROS"

La violencia nace y crece en la gente de mal, en aquellos cuyos intereses sólo conocen los golpes para destruir lo bello, lo decente y lo justo. Y ese mal nos acecha y nos envenena la paz y el progreso que la gente de bien deseamos. La ola de cavernícolas que nos ha invadido y a la que muchos desalmados les ha abierto la puerta, es el gran peligro para vivir hacia delante rechazando los logros que se han conseguido con tanto esfuerzo, con tanta sangre y con tan buenos propósitos. Hace años, ETA entregó sus armas y se integró en el sistema democrático; fue terrible su andadura y fue el pueblo el que se alzó contra esa organización reclamando el " ¡BASTA YA!" y ese clamor se oyó y, ahora, desde su desarmamiento, su colaboración se necesita y el pueblo lo acepta como un grupo democrático más que lucha con la palabra y en pos de beneficios para su tierra. Sus víctimas no quieren ser ahora aquellas armas arrojadizas que ya sufrieron en el pasado y no  participan en ese juego sucio que los utiliza en sus ataques.

En cambio, los supervivientes de la dictadura más asesina, cruel y cuyo diezmo dejó huérfanos de libertades cuatro décadas a los españoles, han renacido de ese odio que nunca murió, que nunca se juzgó y que se le dejó crecer a sus antojo porque jamás se les exigió que reparasen sus fechorías, infinitas, tanto que nunca se acabaron y, hoy, campan a sus anchas quemando los campos verdes renacidos de la paz y la libertad que tantos murieron en su búsqueda. Esa derecha y ultraderecha, tan rancia, tan sin principios ni valores, tan egoísta, tan sin sentido y siniestra (es lo único de izquierda que lo mantiene) nos está destrozando nuestros sueños, nuestro futuro y, por supuesto, nuestro presente.

No tienen vida propia, no piensan, caminan en masa tras unos líderes trasnochados en aquella vida gris que nos apagó la existencia durante más de cuarenta años. No buscan el bienestar del pueblo, su educación, sus derechos, su progreso, su armonía ni su paz. Sólo la destrucción les mueve para caminar hacia atrás, hacia ese pasado inmundo e inmoral donde la ética era seguir una religión escrita e interpretada por y para ellos. 

Muchas veces me he preguntado cómo nuestro actual Presidente (no electo por la gracia de ese dios) sino con la legalidad que marca nuestra Constitución, ha podido soportar estos seis años al frente de esos impresentables, zánganos, corruptos, de brazos caídos para trabajar y de brazo alzado para identificarse y ratificar lo que son. Hay que ser muy fuerte mentalmente para cargarse en las espaldas a toda esa mole putrefacta que sólo busca el desastre del pueblo y erigirse en su trono vitalicio que parte del pueblo los ha bañado en oro e idolatrarlo como vasallo a su señor.

En ese camino para destruir en el cargo del que fue nombrado por sufragio popular y acorde con lo que nuestra Constitución permite ( si no fuera así, nunca se le habría podido investir), han tirado piedras, adoquines, ladrillos y demás y los ha ido esquivando con tolerancia, paciencia y su dialéctica. Pero, el cansancio nos lleva al hastío poco a poco y al hartazgo total cuando tocan a tus seres cercanos y queridos porque ya no les quedaban más objetos que lanzar e inventaron esa bomba de peste y de mala sangre por los supuestos llamados "manos limpias" (increíble su denominación) y nuestro Presidente, ser humano, ha parado en seco y se cuestiona ahora si todo esto merece esas penas que se alargan hacia su propia familia traspasando esas duras espaldas que han soportado tanto. Y lo entiendo, Presidente, lo entendemos todos los que estamos de su lado y hemos sufrido de cerca esa guerra sucia que mantienen contra todo lo propuesto, lo trabajado, lo ganado; sus muchas horas de insomnio para sacarnos adelante durante la pandemia mientras el de enfrente sólo buscaba un bar abierto y sus cervezas. Lo entiendo, lo entendemos..., pero, le ruego, le rogamos, que no nos deje, necesitamos que gane también esta batalla y las siguientes que vendrán. No nos dejes en manos de los malos, de los sin corazón, sin alma, sin escrúpulos sin más principios que ver su final. Descanse estos días, los necesita, medite sobre todo lo que nos queda por delante que es mucho y puede ser bueno si lo dirige gente de bien como usted.

No nos abandone en este caos en el que país está cayendo por esos mercenarios que compran por menos de treinta monedas, lo que valen unas cañas, a aquellos que carecen de entendimiento y de juicio como para determinar en dónde se han metido.

POR Y PARA MI  PRESIDENTE!!! 

SIEMPRE CONTIGO, PEDRO SÁNCHEZ!!!

QUE EL PUEBLO SE MUEVA Y REACCIONE; DEMOSTRÉMOSLE QUE ES EL ÚNICO CAPAZ DE LUCHAR POR NOSOTROS PORQUE YA LO HA DEMOSTRADO SOBRADAMENTE.