HISTORIAS DEL AHORA: "LA MUJER MÁS SANA DEL MUNDO"

La noche anterior se presentó humildemente en LA REVUELTA con la intención de colocar una pegatina en el escenario cuyo contenido decía: "SIN CIENCIA NO HAY FUTURO", apenas un par de minutos duró su intervención pero, tan intensos que merecía escucharla y desarrollar esa petición de la que nos dio unos grandes titulares. Y, en el siguiente programa, ocurrió. El público y los espectadores en casa nos quedamos mudos, sus palabras llenaban los oídos del país. Ella que, gracias a la ciencia y a su perseverancia, oye sonidos metálicos mediante un implante insertado en su cerebro que la conecta con las voces del exterior. Siete enfermedades denominadas "raras" le han diagnosticado en su corta vida. Diecisiete operaciones han parcheado su organismo  que encajan trozos recortados y vuelvan a conectarse entre ellos como un vestido que encoge y es necesario porque es el único que posee. Vive, sobrevive por la buena praxis de los científicos y médicos formados en nuestro país con los irrisorios fondos destinados para la investigación. Jamás, en la privada, lo habría conseguido, su supervivencia tiene un alto coste y sólo la sanidad pública, la de todos, puede afrontar este viacrucis de lucha constante para tener un día más porque cada día es un renacer para ella que vive el segundo y lo agradece con un sentido vital impresionante.

La naturaleza le dio un cuerpo complicado que se debilita fácilmente, pero, a cambio, le regaló una de las mentes más privilegiadas que he conocido. Tres licenciaturas la avalan, opositora y tenaz también en ese futuro incierto pero que se lo plantea por si aún sigue por aquí. Su lucha por avanzar en la ciencia no es para uso propio, conoce su limitación y la razona con una coherencia propia de quien sabe de lo que habla y de lo que le pasa; su interés va más allá de su propia vida sino de las vidas enfermas sin diagnóstico preciso que se someten a experimentos buscando bautizar esa enfermedad sin nombre y sin tratamiento específico porque aún no se ha presentado para conocerla.

Lo que la vida le robó en su cuerpo se lo devolvió en inteligencia y salud mental prodigiosa. Cuenta que el hospital es su segunda casa y lo acepta porque lo entiende. Ella va al compás de la investigación y sabe que el estudio es su prolongación en la vida. Si no se invierte en ciencia, no hay progreso real. Las nuevas tecnologías para los usuarios se limitan al disfrute personal o a endurecer guerras y conflictos. Qué ingenua es la humanidad, si no dirigimos el objetivo hacia la salud, todo lo demás no sirve para nada.

Ella, Noah Higón, nos dejó, entre otras muchas, un frase que resumía su pose ante la vida, la vida de la mujer más sana del mundo: YO, TENIENDO LO DE LOS MUERTOS PAGAOS, ME DEDICO A VIVIR SOLAMENTE"