"¿LA PROCRASTINACIÓN Y/O DEPRESIÓN?"

He leído en la prensa un artículo extraño donde, supuestamente, demuestran que el ´procrasteritador´ (del latín: PRO ´adelante´ y CRASTINUR ´mañana´) lo es bajo una depresión que le imposibilita  la ejecución de sus responsabilidades porque su estado mental no prioriza sus deberes. O lo que es lo mismo, deja sin hacer en el presente aquello que le cuesta esfuerzo físico porque su mente está descoordinada con la realidad y el aplazamiento para otro día lo libera de esa atadura que lo corroe e incapacita...

A  mi modo de ver, se están mezclando los chivos con las cabras. La depresión es una enfermedad grave que te saca del mundo real hacia otro que es la nada porque nada importa en ese espacio en el que tú no te importas y te anulas, pasas a un plano oscuro y sin horizontes a los que llegar; no hay metas, no te proyectas hacia ese futuro que no existe por rodearte de un presente invisible y descontrolado. Te olvidas de las necesidades fundamentales como alimentarte, dormir, vivir. No lo dejas para otro día porque ese día, simplemente, no está en tu calendario. La depresión se supera con buenos especialistas que, desde la objetividad profesional, intentan que te subas de nuevo al tren del presente perdido y te encuentres en ese vagón abandonado que te espera con tu billete guardado en tu cartera y que te sirve para recordar que hay esperanzas de ese viaje para encontrarte contigo.

En cambio, el procrastinador es quien  aplaza para ´mañana´ traducido ´sine die´. Es el que deja pasar el tiempo en el estanque de la dejadez CONSCIENTE de que lo atrapa en esa languidez física, que no mental, y se deja abandonar a su suerte o a la de los demás. No respeta horarios de compromisos ni tampoco con los que se comprometen a sabiendas que esos sí comprometidos harán su parte de trabajo el día de la entrega. Son chupópteros del tiempo y el esfuerzo ajeno. No los califico de inteligentes sino de ingeniosos tirando a pícaros, esa tendencia tan nuestra de vivir a costa de padres, madres, parejas, amistades, el estado... y sus respecticos engaños sin más incapacidad que la de su propia ´jeta´ que se nutre con su dolce far niente pero, que pasa desaparcebido llegado el día y suplanta lo que sea necesario para demostrar su falsa verdad. Y, lo peor, en la mayoría de los casos, no se detecta su engaño.

En conclusión, la depresión te lleva hacia la nada; la procrastinación es el no hacer nada, el aplazamiento hasta acercarte al precipicio en el que te ayudarán a seguir manteniéndote en esa vida tan retrasada y descarada: los vampiros que duermen durante el día y cazan en las vísperas.

Pd.: Es de justicia hacer una salvedad de una pequeña minoría de procrastinadores/as que acepta su condición y asume las consecuencias de esa dejadez CONSCIENTE porque es su elección de vida y no recae en terceros ese modus vivendi: ELLOS/AS SE LO GUISAN ( O NO), ELLOS/AS SE LO COMEN (O NO).