"CALLE Y ESCUELA": ! CUARTO ANIVERSARIO!

"Calle y escuela, dos palabras claves en cualquier vida". Así nacía mi blog que hoy, cinco de septiembre, cumple cuatro años. Entre mis propósitos, siempre estuvo el  contar historias desde mis emociones con razones argumentativas que las respaldasen. No hay, en mis más de seiscientas publicaciones, una sola frase que no la haya sentido mía y que no estuviera mi corazón en ella. Soy yo la que habla y la que, desde el respeto hacia mi verdad, la que expresa esos sentimientos. No busco adeptos que me aplaudan en todas mis opiniones, pero, el respeto ha sido mutuo y jamás, durante estos cuatro años, nadie me ha reprochado expresarlo a pesar de no estar de acuerdo ni compartir mis puntos de vista. Es, sin duda, en estos tiempos donde el insulto es la respuesta de quienes piensan lo contrario, mi triunfo.

Ese día de inicio, en el 2021, comenzó a brotar lo que guardaba a escondidas tanto tiempo y había mucho más y queda aún mucho más de lo imaginable para contar. Miedos a esa apertura emocional pararon  teclas para que salieran volando al exterior. Sólo en la intimidad, con mi boli bic azul y mis libretas, eran capaces de hablar. Y hablaron, pero sólo cuando lo desean. No hay programaciones, si quieren el silencio, siempre se lo concedo. Sería una contradicción conmigo misma obligar a salir a escena cuando no hay un compromiso establecido de subir el telón si no hay nada que fluya en el aire y se quiera posar en mi pantalla. Mis palabras y yo gozamos de una libertad absoluta y, sólo cuando coincidimos, salimos al mundo.

He vestido a mis letras según se despertaban esas mañanas: líricas, en versos de colores; opiniones, en frases coordinadas sin ninguna subordinación; cómicas, con lunares de humor con las que comparto mis risas; realidades, las que vivo sin sufrimiento porque las acepto tal y como vienen, la enfermedad no es imperativo de tragedia si la ves con la normalidad de que la vida es hasta que deja de serlo.

Un día, descubrí un apartado dentro de mi blog que me emocionó al pincharlo, eran las estadísticas sobre un mapa donde me avisan de que  mis palabras vuelan a los cinco continentes; me leen sin conocerme, somos anónimos que nos comunicamos y nos entendemos más allá de una lengua, la mía. Y pienso: AÚN HAY ESPERANZAS EN LAS PALABRAS QUE SE VISTEN CON SENCILLEZ SIN MÁS PRETENSIONES DE QUE LLEGUEN CON LA MISMA INTENCIÓN CON LAS QUE NACEN: LA HONESTIDAD Y LA VERDAD.