"DE PARTO"

La contracciones comenzaron ayer en la tarde, aún no estaba cumplida, pero me notaba nerviosa y alterada presintiendo que podía ser en cualquier momento. En pocas horas, mi corazón sentía contracciones cada vez más rápidas y ya no tuve dudas, iba a nacer en breve. Mi hermana Charo me mandó imágenes, a modo de ecografía, de que ya se asomaba al mundo y pronto sería de la familia y se uniría al mundo literario iniciado por ellos (mis hermanos y mis tíos). Ha sido una noche larga de espera, en breves horas, lo tendré en mis brazos y lo acunaré con todo el amor con que fue gestado. 

No se puede describir esta emoción, es demasiado grande. Siempre la tuve y jamás pensé que la daría a luz. Es algo muy mío y mucho de la vida a la que le debo sus enseñanzas. Es difícil sacarlo a pasear y que todos lo miren y lo conozcan porque será mirarme y conocerme a mí desde las entrañas que es de donde proviene.

Se bautizará con el nombre de "ROSAS", no es sólo un color, es mucho más, es una flor bella, natural y fresca. Sus espinas son inevitables y te pincharás porque así es la vida. El color definitivo será el que cada uno sienta, no tendrá raza ni nacionalidad. Estará al alcance de todo el que lo lea con amor sano, sin prejuicios, sin miedos. 

Como a todo recién nacido, se le debe dar sus primeros cuidados y mimos con mucha tranquilidad y paciencia hasta que pase su cuarentena. Por eso, será presentado en sociedad el próximo mes de junio, viernes 23, a las 7 de la tarde en el espacio ECCO de Cádiz donde se le echarán las aguas y que pase a ser uno más en el reino de los libros. Mi querido y valorado amigo eterno, Juan José Téllez ejercerá de  padrino. Todo un honor. Todo un MAESTRO, y su madrina, sin duda, la persona que más me ha ayudado a que se hiciera realidad, mi hermana Charo. Muchas gracias  a todos los que me habéis apoyado a vivir esta experiencia, única y maravillosa donde el resto de sus tíos y amigos ha estado a mi lado desde que era un simple embrión.

No, los sueños no sólo son sueños, al menos, no siempre.

Sin olvidarme de Juanjo Sandoval, mi editor y compañero en este viaje. Su labor ha sido la de un gran profesional y la de un gran amigo. Muchas gracias, Juanjo.