"VEREDICTO:¿ LIBERTAD O CADENA PERPETUA?

 En  menos de dos semanas, el jurado popular  dictará sentencia. Es imprescindible que no sean los "doce hombres sin piedad"  quienes se pronuncien sin que, previamente, tal y como ocurre en esta brillante obra teatral, del estadounidense Reginald Rose, pasen por un proceso en el que las reflexiones individuales les va convenciendo de que estaban en un gran error con respecto a lo que pensaban inicialmente. Uno a uno cambia su voto según transcurren esos minutos en donde la libertad era denegada por la ausencia de razones basadas en la verdad que tenían delante de ellos pero que, o bien por obstinación, ceguera, falta de compromiso y de dedicación a buscar y a ahondar en la verdad, les conducía a cometer un gravísimo error en el que la libertad sería la verdadera condenada.

Esos minutos dramáticos son los que nos marca el reloj hasta el próximo domingo 23 a las 9 horas de la mañana. Será un juicio abierto, libre en sus comienzos y hay mucho que reflexionar para que, a su término, se mantenga esa libertad inicial. No sería un juicio justo si se elige, desde el pueblo, la cadena perpetua en donde nadie nos asegura que volvieran a celebrarse comicios cuatro años más tarde, porque ya ocurrió durante esos largos cuarenta que padecimos.

Antes de escoger el papel destinado a entrar en la urna, el ciudadano ha de informarse y contrastar con la realidad actual y la del pasado (sería interesante realizarlo por décadas desde un siglo atrás) y hacer una comparativa de los logros y las pérdidas con o sin libertades individuales y colectivas en función de que sobrevolaran los miedos o no por encima de nuestras cabezas cuando las libertades o prohibiciones marcaban los pasos hacia delante o los anulaba como parásitos encadenados a silencios para sobrevivir el día siguiente.

Se luchó por la libertad, muchos dieron su vida en aquellos tiempos malditos e interminables. Mucha, demasiada sangre derramada para los que, viniéramos detrás de ellos,  nos encontráramos el campo sin malas hierbas y sembrado de trigos y rosas. No arrasemos esas tierras regadas con tanto dolor para evitar el nuestro.

Somos el jurado, somos libres, por ahora, de buscar y encontrar nuestras convicciones en nuestra conciencia y en todas las fuentes que se dejaron abiertas chorreando la libertad con la que nos riega y nos limpia para encontrar la claridad. Las temperaturas son muy altas, báñate en todas las fuentes que encuentres y en todas las que busques. Te sentirás mucho mejor después de salirte de los charcos embarrados de ignorancia por los que estabas pisando.

                        ¡¡¡VOTA!!!