"NUEVE HORAS SIN TI..."

Iba a ser un lunes contento, saldrían a pasear unos pasos más de lo habitual con mis zapatillas de entretiempo que ayudan y animan. Al fuerte viento, no le pareció bien mi idea y me envió de vuelta pronto sin apenas usar mis pies, él decidía mis vuelos y aterricé en casa con el pelo revuelto y cansada de esos aires dictadores. Sobre las 12 del mediodía, como de costumbre, almorcé lo que tuvo a bien calentar el microondas, pero a falta de mi café que sella ese momento y, justo cuando escuchaba a Javier Ruiz en la 1, todo quedó a oscuras y en silencio. El negro de la pantalla se comió las noticias, los relojes ya no tenían horas y el frigorífico amenazaba con malherir cruelmente lo asignado como guardián de su mantenimiento si no volvía en sí antes de un coma profundo. Amo el silencio, pero me asusta la nada. Una llamada con mi hermana quedó cortada en pedazos que se perdieron en ese espacio aún sin bautizar. Desde mi balcón, pregunté a dos hombres que parecían informados y fue peor. No ...