"VERSOS LUCEROS: LUNA DE PLATA"
Pido despertarme, la medianoche me espera,
me lo sirven y lo tomo, me lo bebo mirando
al mar y, entretanto, sueño:
Se escapan saltando peces que anhelan
ser bocados salados dulces en otra esfera,
aquella en que la luz no me deslumbre.
sólo que alumbre
lo que vislumbre en cada acera.
Me gusta la luna porque no es dorada,
huyo de esas luces malgastadas,
amarillas, falseadas,
cegadoras que engañan
a los que pasan,
a los que quedan.
Crecientes, adineradas, falsas, aburguesadas.
No es oro lo que reluce, son mentiras bañadas
en falsos espejos lo que miraban.
Esa no es mi luna, no la quiero dorada,
quiero a mi estrella, la de casa, la que me espera,
la que se llena, la que se vacía,
la que se altera, la que se calma.
la verdadera, la que llora,
no cayendo en plañidera;
la que es ella, la que miente,
la que grita, la que amanece,
la que se marchita, la que nace,
la que muere y resucita.
Menguantes, pobres, verdades cabales,
locas, cuerdas, desiguales,
que sólo engañan sus soledades;
amores carnales, descarnados
en sus mitades.
Mi océano creciente enciende
farolas en cada calle,
sirenas y serenos me dan sus llaves,
llaves de plata que abren libertades.
Tacitas de aromas que envuelven
a lunas perdidas en otros mares.
Vuelve despacio, sin prisas
a colocarse en su puesto nacido,
pertenecido y, alguna vez,
perdido entre olas crecidas,
gigantes que no molinos,
con vientos escasos
que se dan parecidos a brillantes
falsos, metales no preciosos,
imprecisos,
que engañan a los que no la han conocido.
Fantástica!
ResponderEliminarEnhorabuena querida Moby.
Muchas gracias y muchos besos, querida Patri!!!
EliminarEn cuatro palabras: maravilloso.
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