"EL COVID ME ENCONTRÓ"
Que el covid mata, es una realidad. Que el covid mate por aburrimiento, es una posibilidad. Durante el confinamiento de la primavera de 2020, pude hacer todo lo que quise desde mi casa, sin problema: los libros llegaban casi a diario y los engullía de la misma forma; mi bici y yo éramos una, recorríamos km de excursión dándole la vuelta al mundo (desde mi salón) en esos casi 80 días; mis dulces salían del horno a la vez que dejaban su sitio para otros, sin parar de hacerlos y de repartirlos entre vecinos; limpiaba lo limpio para que no entrase lo prohibido en ninguno de mis rincones, y ni que se asomara siquiera. A las 20 horas, salía a aplaudir a mis ángeles de bata blanca, abrazando así a mi hija desde mi balcón y, estoy segura de que le llegaba con la misma fuerza con que se lo enviaba. La tele acompañaba y no molestaba o, de lo contrario, la mandaba callar rápidamente. En las calles, reinaba el silencio de las ausencias por el miedo o el respeto que, por enton...