"MUCHO DON Y... POCO "CLINK"





                                                                      

                                                                
  


Quién escribió :”se nos rompió el amor de tanto usarlo”, se debió de quedar muy tranquilo y contento…, pues, no. A ver, mi microondas tenía apenas 4 años, era de muy buena familia, con pedigrí y todo. Mucha tontería encima pero "namà". Llegó presumiendo de ser sencillo y minimalista, de que su tamaño y sus formas eran de diseño y que mantendríamos una relación duradera y estable…, Ja!!!. Lo he tratado como a un hijo más, mejor incluso; solo debía trabajar en horarios muy concretos (es verdad que el colacao era muy madrugador, sí, pero después, volvía a echarse otro sueñecito y, hasta el mediodía, estaba a la bartola). Se le requería, antes de finalizar su jornada, para el café y , !hala!, su siestecita y de vuelta al catre!!!, la vida soñada de cualquiera de sus parientes, sobre todo, de los más humildes y explotados.
En fin, que fui a prepararme mi cafelito de sobremesa tan contenta ( tomo cappuccino soluble y necesito agua calentita), y…?, que  no me dice "na", lo llamé varias veces ( tiene el sueño pesado y odia que le den sobresaltos también), y "na de na". Intenté reanimarlo, practicarle la técnica de ese que te saca lo que se te atraganta (maniobra de Heimlich) y, tampoco. "Totá", me decidí llamar a urgencias, pero ni caso me hicieron. Finalmente, acudí a un especialista en mi desesperación por salvarlo     ( una pasta, sí) y ya nada pudieron hacer por él, tan solo certificar su fallecimiento. Ea, otro descanso más, y, encima, el eterno. Me dijeron que fue una muerte súbita, sin sufrir, ja!, ese qué iba a sufrir, con lo señorito que era. Fue una vida mu simplona, sin ni siquiera un recuerdo de un buen calentón que llevarse allá dónde esté ahora. Me comentaron si quería donar sus órganos para salvar otras vidas…, pero encontramos escritas,  entre sus últimas voluntades, que nadie tocara sus restos y que debía permanecer así compuesto para siempre. 
Lo acompañé hasta su última morada, con música de fondo de clinkkk, que era lo que más le gustaba          ( normal,  marcaba el final de su trabajo…); se le amortajó y se le leyó un panegírico ( yo no estaba muy de acuerdo, pero…); en fin, que allí se quedó,  callado y quieto, tal como vivió. Yo me he quedado sin él, sin más calentones que los que me puede dar un hervidor ( este se pone a 100!!!), y muy contenta. En su lugar, pondré una plaquita para recordarme todos los días que ni falta que me hace. Que buscaré a otro más "apañao", y más trabajador y disponible, sin tanta tontería y, sobre todo, con buen corazón, por aquello de que no se me vuelva a infartar, R.I.P. (un minuto de silencio…) CLINKKK; ya.

Comentarios

  1. Un desagradecido y un consentido,
    Eso es lo que era, aunque ahora esté yerto.
    Descanse en paz con sus cables.
    (Hermana mediana).

    ResponderEliminar
  2. "Pa" que te fíes de los que calientan rapido

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de "si breve, dos veces bueno"..., habría que corregirlo

      Eliminar
  3. Mientras más te gastas en algo, peor te sale y sí encima le da una fama de órdago échate a temblar. Anda y que descansen en Paz todos los que nos han hecho sufrir y hemos tratado con tanto AMOR Y CARIÑO. Al carajo!! Qué nos hemos olvidado de amarnos a nosotros por ofrecerlo TODO a lo que no merece NADA!! ❤️

    ResponderEliminar
  4. Es lo que tiene tanto pedigrí.

    ResponderEliminar
  5. Jajajaja. Hombre da pena, sobre todo si estábais así de unidos pero hija,. "A rey muerto, rey puesto". Esta vez búscatelo con más chicha, un poco más divertido, ya sabes y sobre todo... que se lo curre un poco más, que lo mismo ha muerto de holgazán.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario