"VERSOS DESORBITADOS: SOL AUSENTE"
Desde mi balcón, no amanecía la noche, escenarios desiertos, telones bajados; el sol no quiso salir a escena; hoy, no. Ordenó a la luna que hiciera un monólogo, él dormiría más allá del alba, más allá del mediodía, y en el atardecer, ya sería tarde. A la luna nunca le mostraron la soledad, nunca la enseñaron, nunca la invitaron al palco de ese rey ausente hoy; hizo lo que pudo, sin ensayo, sin papeles, sin apuntadores que le dieran el pie de alguna línea. Ella trabajó su noche, y deseaba dormir profundo en algún tejado prestado, pero no pudo, la dejaron sola; Se vistió de sol, se disfrazó de él; presagiaba su fracaso, no se equivocó. Agotada, sin respiro, ni descanso, se presentó en su horario, el propio. El mundo esperaba una noche creciente, un pleno, sólo fue menguante. El sol no acudió a ese cambio de turno, no le entregó el testigo, no lo tenía. Su dolor no vivía en su cuerpo, ni habitó en su descanso aquellas horas; su amiga, su compañera, su invisible sustituta sufrió...