"EL GUSTO ES MÍO, HERMANA"
Cuando terminé su lectura, tuve la impresión de haber estado todo ese tiempo sentada a su lado. Letras que la secundan en todo el texto porque son indivisibles: ella y su nuevo libro son uno. Su voz impregna esas palabras escritas tal y como ella las verbaliza y expresa. De ritmo rápido, muchos verbos que nos comunican que la acción es imparable e inagotable. Es tan sumamente transparente (ella y el libro = 1) que la ausencia de metáforas está totalmente justificada; la realidad es la que es y no la esconde en ninguna frase: al pan, pan y, al vino, vino. Los adjetivos están dentro de sus definiciones que brotan en el desarrollo de esos recuerdos. Este nuevo libro es una crónica donde su memoria viaja por un mundo desconocido durante el proceso que le va descubriendo el nuevo mundo: colonizó esas tierras y mares a pie; no transitó por veredas para acortarlo; prefirió pararse en cada rincón y hacerlo suyo en su práctica y en su memoria. Su kilómetro cero lo marcó la comida en ...