¡ Dime, qué buscas, dime!, ¿recuerdos que agonizan o ya muertos?. Hojas en baúles de los silencios perdieron su blancura original, nunca su pureza. Reclaman ser vestidas de domingo y su ramo de azahar consigo. Aguardan nerviosas, como una novia; les roban sus sueños, los mismos, los mismos que les robaron a ellas. Saltan de contento,  como hojas de vientos, libres, enamoradas de sus vuelos. Caminan, corren, recorren ya sin miedos, no temen perderse en el nuevo intento, no, no les queda mucho,  pocos soles, pocas lunas, mucho sol y mucha luna. Días primeros saldrán a su encuentro, libros esperando poseerlas, sin más demoras,  sin más contratiempos, que los mismos tiempos enfermos de silencios, mudos y secos. Reparten palabras, regalan letras, todo les parece poco, si arriban los complementos. ¿Qué buscarás si no son ellos? Pasquines de colores viajarán por los puertos de agua dulce, sin sales  sin escamas, sólo la piel limpia con su manifiesto.