"CUENTOS ARRIMADOS A LA ABUELA: DADA Y LA PIPOPAPILLA"
Dada empezaba a añorar sus primeros meses, se iban haciendo más grande cada día, tanto la añoranza como su cuerpecito. Sus momentos dorados cuando avistaba su amado biberón se vieron nublados al ser sustituidos por un plato y una cuchara con un contenido desconocido que en nada se parecía a la blancura de su acostumbrado alimento. Todo estaba cambiando, la sentaban en una silla alta y no en los brazos de sus papás; la rodeaban de una coraza extraña que llamaron babero y de muchas servilletas de papel para defender los muebles que se verían atacados en alguna de las muchas estampidas que explotaban del rechazo de su ingestión. Ella se mantenía feliz a excepción de las horas del cuchareo; sentada en ese trono donde la visión era más amplia, observaba los movimientos de sus proveedores gastronómicos. Su mirada era, en apariencia, distraída, como si no fuera con ella, pretendía esconderse haciéndose invisible con su silencio durante esos momentos previos que le producirían un enfado con el...