"VERSOS DESARRIMADOS: UN DÍA CUALQUIERA"
No me importa a qué hora caen las hojas del estanco árbol que cambia el ayer anciano a la juventud ahora. Ajeno a ti y a todos sin pedidas de mano, casarán nacimientos tempranos. No me miran, no te miran, no son de nadie, solo dueños del tiempo y de cada hora. Son días anónimos, nacen a cero y mueren en la nada de nuevo. Que guardes un te quiero, u olvides un no me quiero, no les duele a esos amos de los cambios venideros. La hoja seguirá moviendo el aire de los tiempos. Los días se hacen de nadie. Morirá a las doce, Solo, si un pie, desnudo, quedase bastaría: ya sería alguien.