Sentir aburrimiento, creo que, consiste en la ausencia de preocupaciones reales vaciando la mente y ocupándola de vacíos llenos de la nada. Aparentemente, son incoherencias pero ocurre. No saber qué hacer con tu vida te conduce hacia pensamientos insanos que se agolpan sin orden ni concierto y que no dejan cabida a ver el porqué de la realidad, de tu realidad. Aburrirse es no querer ser partícipe de tu verdadera esencia, la dejas de lado y vives la existencia de vidas ajenas para evitar la tuya. Te mueves por caminos cortados que se multiplican al no tener la salida que te corresponde. Estar entretenido no significa no sentir aburrimiento; el entretenimiento es pasajero y volverá esa nada y ese vacío repleto de una vida inconsistente y sin sustancia. El término preocuparse es, literalmente, una acción previa a ocuparse de algo; por lo tanto, el que no completa esa ecuación vive permanentemente en ese aburrimiento que es el limbo de la inacción, es decir, en no pasar al plano necesario