"QUE SÍ, QUE NO, QUE CAIGA UN CHAPARRÓN..."
Me ha despertado esta antigua canción que guardaba mi memoria cuyo resto de letra no recuerdo. Será mi subconsciente el que se quedó con las noticias de esas DANAS que anegaron pueblos y mojaron muchas tierras en las últimas horas..., es posible. La lluvia, sus aguas, la necesitan beber los campos, los pantanos y las ciudades; es obvio, es la materia prima para que la naturaleza siga su curso y no se pare. Evidente también. Dicen que se aproximan muchas antes de lo normal, ¿normal?, ya casi nada lo es, ya casi nadie lo es. Hay un claro cambio climático a pesar de los negacionistas que no admiten las alteraciones de sus normas, privilegios..., tan creyentes y descreídos a la vez, que no aceptan cambios sin pesar de lo mucho que pesa en el ambiente. Ha de caer mucha agua, mucha. En las tierras y, sobre todo, en esos corazones empedrados que ya no sienten, en esos ojos enfermos de miopía y presbicia que no les llega a ver ni sentir lo que tienen al lado ni más allá. Aguas...