"11 MESES + UN EXTRAÑO". (AGRADECIMIENTO, DE UNA GADITANA, A "CALOR EN LA NOCHE")

 

Tenemos la sensación de que enero fue antes de ayer; aquella noche del 31 donde se pide por la salud y la paz en el mundo; es la tradición y no se puede saltar. El descorche del cava y los besos ya están programados al término de las doce uvas; en apenas dos minutos que dura el ceremonial, todo se ha transformado en buenos deseos siguiendo el protocolo que mandan los cánones establecidos. Esta noche junto a la del 24, la humanidad las viste de gala y las exhibe con muchas luces de colores que adornan mesas repletas de vajillas, cristalerías y de la cubertería a la que no le falta ninguna de sus piezas o sí. Las fuentes rebosantes de excesos no suelen dejar espacio para el pan, ese pan que tanto llena y rellena estómagos el resto de meses; esa noche se le destierra por ser el pariente pobre de la familia y se queda en la cocina, solo, hasta que los de alta alcurnia se agoten en la sala principal y vuelvan a reencontrarse con las sobras de aquella noche de abundancia.

En las calles, la gente no se conforma con lo que le espera en su repleto salón y busca llenar bocas y estómagos desde que  el calendario despierta a diciembre y celebran, siempre con bocados, que ya está aquí la navidad. Todo está recargado de muchos vasos y platos en espera de ser asaltados por el batallón ansioso que los devorarán entre algunas risas y comentarios con el de al lado sobre el que esté sentado al frente.

Este año, la Casa Consistorial vuelve a los tiempos del "mucho don y poco din", e invita en su regio salón a personalidades de la ciudad agasajándolos como "dios manda" para que reluzca lo exquisito y se embellezcan palabras de elogios hacia su elegante gestión. Este año, insisto, no  abren sus salones a los que no serían admirados por sus galas ni sus imágenes empoderadas porque sus armarios, al igual que sus despensas, están vacías. CALOR EN LA NOCHE sí estará con ellos, esas noches y todas las del año, abrigándolos con su calor en los fríos  del invierno. No les faltarán ni sus cenas ni sus uvas, porque esa navidad a la que invitan, no sólo vive en diciembre sino los 365 noches, mañanas y mediodías. Voluntarios que dan su tiempo, su cariño y su acogida sin más ánimo que ayudar a la supervivencia y dignidad de los que carecen de mesa, mantel y techo. 

                 GRACIAS, "CALOR EN LA NOCHE", TÚ SÍ ERES NAVIDAD!

Comentarios

  1. Benditos son los voluntarios de Calor en la Noche!
    Gracias por informarnos de una labor tan grande y sin ánimo de lucro.
    Un abrazo querida Moby.

    ResponderEliminar
  2. Maravillosa labor la de Calor en la noche.
    ( Nicasia)

    ResponderEliminar
  3. Maravilloso voluntariado que cumple su labor como bien dices a lo largo de todo el año. Gracias 🙏

    ResponderEliminar

Publicar un comentario