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"CUENTOS ARRIMADOS A LA ABUELA: DADA Y SU INOCENCIA"

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Si partimos de la etimología de la palabra inocencia, el prefijo "IN" se puede traducir como NO o SIN; el término "NOCENS" proviene del verbo NOCERE = HACER DAÑO, el considerado INOCENTE es aquel que carece de culpabilidad, de picardía, de malicia y se asociaría con la candidez, la ingenuidad, la limpieza del alma y la pureza. Nana conocía la esencia pura con la que Dada llegó a este mundo al igual que los demás seres humanos que nacen cada día. Si ser inocente es carecer de culpa, nada ni nadie puede cuestionar que lo sean. Fue decisión de su madre o no, pero nunca de ellos. Ya están en el mundo y, ahora, sí toca protegerlos para que crezcan seguros de quiénes son, independientemente de su origen ni del porqué están; simplemente, están. Dada, desde su cuna espléndida, observaba el exterior pensando que todos los niños eran iguales en derechos y oportunidades. Que la carencia de lo necesario no existía, que todos eran tan deseados y amados como ella. Que los padres

"LOS SANTOS INOCENTES Y LOS CAYETANOS"

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  Delibes describe, magistralmente, la España de la posguerra en su obra inmortal "Los santos inocentes", pero bien podría estar contada desde el medievo y lo que es peor, en la actualidad. El cacique, el señor, el señorito, el terrateniente y sus correspondientes vasallos, siervos, esclavos y servidores están vivos. No, no solo en ese relato, desgraciadamente, también en la realidad del siglo XXI. Quizás, los escenarios sean lo único modificado en todas estas situaciones; los campos ya no son los centros neurálgicos donde se desarrollan estas vivencias. Ahora están por todas partes, Hoy, se les apodan los cayetanos/as y son aquellos que campan y actúan a sus anchas sin temor a sus consecuencias por considerarse inmunes e impunes. Sus largos apellidos son las llaves que abren puertas a negocios negros y cuyos beneficios exhibirán, sin ningún pudor, ante el resto del mundo engañado. El confinamiento pandémico ha destrozado vidas, trabajos y muchas familias y, aún hoy, se sigue