"LOS SANTOS INOCENTES Y LOS CAYETANOS"

 

Delibes describe, magistralmente, la España de la posguerra en su obra inmortal "Los santos inocentes", pero bien podría estar contada desde el medievo y lo que es peor, en la actualidad.

El cacique, el señor, el señorito, el terrateniente y sus correspondientes vasallos, siervos, esclavos y servidores están vivos. No, no solo en ese relato, desgraciadamente, también en la realidad del siglo XXI.

Quizás, los escenarios sean lo único modificado en todas estas situaciones; los campos ya no son los centros neurálgicos donde se desarrollan estas vivencias. Ahora están por todas partes, Hoy, se les apodan los cayetanos/as y son aquellos que campan y actúan a sus anchas sin temor a sus consecuencias por considerarse inmunes e impunes. Sus largos apellidos son las llaves que abren puertas a negocios negros y cuyos beneficios exhibirán, sin ningún pudor, ante el resto del mundo engañado.

El confinamiento pandémico ha destrozado vidas, trabajos y muchas familias y, aún hoy, se siguen sufriendo sus consecuencias por la falta de muchos familiares que se quedaron en el camino y de muchos caminos laborales que se quedaron desiertos para siempre. Las colas del hambre ocupan espacios multiplicados y los bancos de asiento se extienden para acoger cuerpos al abrigo de la luna, los vientos y las lluvias. 

Mientras, otros salieron con abrigos abultados repletos de ganancias fáciles sin que se les moviera ni un solo cabello de su repeinado tupé. 

Los cayetanos/as no solo provienen de rancios palacios por origen, no; habitan, también, en espacios prestados por el pueblo y para el pueblo que son utilizados, a modo de casino, para jugarse el próximo yate de este verano.

Los cayetanos se alimentan de la sangre del trabajador cual señor feudad frente a sus vasallos. Entre ellos mismos, existe una jerarquía interna donde el grande se come al pequeño como auténticos depredadores. Miles de millones de euros, provinientes de nuestros impuestos, se han utilizado para contentar entidades financieras, sociedades, empresas anónimas o limitadas. ¿Qué diferencia hay en esos repartos con los tiempos medievales o con los que citaba Delibes?

Pd.: Camareros en la feria de Sevilla 2022 ¿Alguna duda sobre lo comentado en el relato?

Comentarios

  1. Ninguna duda, Moby!!
    Simplemente tienes toda la razón y no ha cambiado y aunque el futuro es incierto :"habrá más Santos inocentes"
    Qué nos protejan y sobretodo a nuestros seres queridos.
    Un besazo Moby

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  2. !Pandilla de chupópteros!
    Y peor aún, los que los apoyan.

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  3. Ninguna duda. Lo malo es que se vivió y se sigue viviendo y lo peor es que no tiene pinta de acabar

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  4. Así es: el señorito-cayetano es como la energía: ni se crea ni se destruye, solo se transforma

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