Cuando sientas que tus pies desnudos caminan sobre piras sin piedad, cuando la seca arena aviva brasas  y la orilla se retrae hacia el océano cuando te acercas porque el fuego te empuja en ese alivio que se esconde desnudando rocas ardientes que se suman con la arena otrora blanca interminable, ahora amable de recuerdos que tiñen caracolas que ya no hablan y los susurros enmudecen en gargantas porque los muertos no respiran ni lloran con los vientos. Cuando hamacas de amor desaparecen con las lluvias de aires, aires volados de otros tiempos tiempos interminables que se fueron en esa brasa que se calma y se olvida, olvidando los silencios de lo lejos, saltando por los deseos maltrechos sin desespero, en esperas tragadas de muchos sientos que ahora yacen sin lamentos y no los siento. Resacas que se mueren suaves cuando lo entiendo y el mar se alía con el momento, el ahora sobrevuela libre, sin cadenas, a sabiendas de que yo soy mi Universo.