"HAGAN JUEGO, LA SUERTE ESTÁ ECHADA... O NO"
Todos nacemos con la suerte debajo del brazo, buena o mala, siempre nos acompaña. A veces somos los que tiramos los dados y, otras, ellos hacen la tirada por su cuenta. El resultado, sea el que sea, no es definitivo, sino problemas por resolver o soluciones que se nos regalan; no obstante, en ambos casos es efímera, son puntos de partida para empezar mejor o peor el camino; algunos dan sus primeros pasos por autopistas y, a otros, les toca por carreteras secundarias con más o menos curvas. La infancia se viste entre algodones, sedas, viscosa, nailon, poliéster, arpilleras, o se queda desnuda. Así es y fue desde el principio de los tiempos y se mantiene. Aquí, esa modalidad de suerte se ha jugado con cartas marcadas. Es en este momento en el que comienzan los sueños para transformar el tipo de tejido en el que vino envuelto hacia otro menos recio, o perseguir telares de oro, si ya fueran de plata. La escalera de ese progreso no tiene fin, siempre se le añade un peldaño si la subida...