" EL ABURRIMIENTO: EL ORIGEN"
Hay un refrán que dice: cuando el diablo está aburrido, mata moscas con el rabo...; y, es verdad, la gente se aburre en general. Es tal el vacío que la ocupa que ha de buscarse la vida para rellenarlo. De ahí, de ese bulto que rebaja las ganas de distraerse, vienen muchos de los problemas que nos aquejan. Ese ocio mental lo dirigen, en la mayoría de los casos, a fijarse en el que está a su lado o más allá. Pierden su valiosa vida en este mundo en el ataque hacia los que consideran más débiles por su sensibilidad o, simplemente, porque los aburridos carecen de ella. No se ven a sí mismos, no quieren mirarse reflejados en ese espejo en el que les avergonzaría encontrar su realidad pobre, insulsa, hueca... y se encaminan hacia el foco de la maldad que crece en su interior para satisfacerse. Desde el origen de los tiempos, ese no saber qué hacer con su propia vida ha sido el motor que mueve el daño a terceros. Si el que le roba las tierras al vecino procurara seguir labra...