"ANA ROSA, LA CUÑADA POR EXCELENCIA"
De tanto denominarla "la reina de las mañanas" se ha autoconvencido de ser la emperatriz matinal. Ayer, martes, todos sus títulos nobiliarios quedaron en las alcantarillas, tan perdidos como lo que llega a esos subterráneos malolientes. Es una periodista de las de ordeno y mando sobre sus lacayos que acatan sus afirmaciones sin osar rebatir una coma en su discurso. Nada de lo que dice es cuestionable en esa mesa donde se cocina y se sirven menús de platos ultraprocesados que acaban por desnutrir las noticias que pasan por sus bocas. Grandes bocados a la verdad que dan como resultado digestiones sesgadas cuando terminan esos desayunos nada equilibrados. Todo se convierte en desechos y ni rastro de nutrientes. Empezó comentando los colores de sus respectivos cabellos; Sánchez estaba mayor; ella era una superviviente incombustible de la vida. Ya marcó territorio. Su imperio es una fortaleza rodeada de fosos con sus cocodrilos correspondientes siempre en guardia y a...