"P.P., PINOCHO, PINOCHET..."
A pocos días de encontrarnos con las urnas, ya conocemos, sin necesidad de encuestas que nos informen, al P.artido P.erdedor. El pueblo no se ha pronunciado, ignoramos sus decisiones, pero sabemos quiénes no podrán alzarse con el triunfo moral. La ausencia de ética que los envuelve en esa nube negra y espesa de las mentiras compulsivas les inhabilitan ante la victoria. La historia se ha encargado de contarnos cómo han sido los gobernantes cuya política carece de verdades frente a ese mundo que pertenece a humanos en busca de sus derechos para tener vidas dignas y crecer con igualdad de oportunidades desde que nacen y en cada una de sus etapas vitales. ¿Cómo se le puede enseñar a un niño si no se le educa a pensar en libertad? ¿Por qué ha de basarse en unos principios religiosos que no puede comprender porque pocos lo consiguen, pero que han de seguirlo por imperativo legal?. A la infancia no se le puede mostrar un sólo camino sino un mapa de colores que marque todas las pos...