"CALOR EN LA NOCHE"
En los hogares, el frío se dulcifica con abrazos, cuidados, arropando a los nuestros con lo mejor que tenemos y, sobre todo, con su beso de buenas noches. Sabemos que dormirán junto al calor del amor que les rodea y eso nos reconforta y tranquiliza. Cuando abran sus ojos, un desayuno les espera antes de enfrentarse a las temperaturas y a sus quehaceres de cada día. De estos hogares, sabemos que tienen paredes, camas, baños, ropa limpia y alacenas donde guardan lo necesario para cada momento del día y de la noche si fuera necesario; por encima de todo eso, tienen lo más importante, un TECHO. A los que tenemos la suerte de tener lo suficiente o, incluso, más, nos puede resultar impensable que exista otro mundo, cercano a nosotros, muy cercano, donde su techo sea el cielo (nuboso, lluvioso y oscuro); su cama, un banco; su ropero, un carro; su despensa, una bolsa con algo o nada. No lo vemos, porque estamos dormidos o no queremos despertarnos durante esas continuas noches interminables a l...