"MIS ROSAS, HORAS DESPUÉS..."
A la magia tradicional de la noche de San Juan, es de justicia sumarle su tarde. Pocas son tan necesarias de varias vidas para recordarlas por su intensidad, belleza y perfección. Así la viví, así la vivimos. Arropada por mi familia, amigos, conocidos e, incluso, desconocidos llenaron un espacio en el que la magia fue la absoluta protagonista. Se derrocharon besos, abrazos, mucho amor y aplausos que sonaron a gloria en sus compases que no paran de resonar en mi corazón. Me presenté acompañada de mis más de seis décadas ocultas y desconocidas, ahora destapadas, para que volaran al mundo de la realidad pero, sin perder un ápice de la fantasía que las protegió hasta este momento. Lleva toda una vida conseguirlo; no es fácil. Has de vivir previamente para renacer y hacerlo sin miedos a los pasados escondidos de los que tanto aprendiste para hacer balance distinguiendo el grano de la paja sin mezclarlos. Mis ROSAS han hecho ese trabajo por mí. Me dieron, desde el principio...