"VERSOS DESARRIMADOS: UN DÍA CUALQUIERA"

 

No me importa a qué hora

caen las hojas del estanco

árbol que cambia

el ayer anciano

a la juventud ahora.

Ajeno a ti y a todos

sin pedidas de mano,

casarán nacimientos

tempranos.


No me miran,

no te miran,

no son de nadie,

solo dueños del tiempo

y de cada hora.

Son días anónimos,

nacen a cero

y mueren en la nada

de nuevo.

Que guardes un te quiero,

u olvides un no me quiero,

no les duele

 a esos amos

de los cambios venideros.


La hoja seguirá

moviendo

el aire de los tiempos.

Los días se hacen 

de nadie.

Morirá a las doce,

Solo, si un pie,

desnudo, quedase

bastaría: ya sería alguien.



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