"LA MALDAD ESTÁ DE MODA: ¿CUANTO PEOR, MEJOR?



Siempre ha tenido mala vida la maldad. No creo en las historias tan sagradas que nos pretendían enseñar que si comes del árbol prohibido, andarás por caminos peligrosos e inundarás el mundo con ese veneno que engendró una humilde manzana que una tal Eva sedujo a su inocente Adán para morderla. Jean Paul Sartre (filósofo francés del siglo XVIII) mantenía la teoría de que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que corrompe a la humanidad cuando ya está en el mundo. Si utilizamos el episodio del paraíso como una mera metáfora (excluyendo que fue la mujer la que produjo ese caos; por ahí no paso), ambas teorías serían una misma, es decir, es la sociedad la que destroza lo que por naturaleza era sano.

Ningún bebé es malo ni trae un espíritu demoniaco con él. Llega a una familia que lo moldea en valores o... no. Ese recién nacido está en sus manos para bien o para mal. Muchos de ellos no traen ni un triste mendrugo bajo el brazo y están  a la intemperie, sin un techo que los abrigue ni nadie que los cuide.

Se les hará responsable de la irresponsabilidad de los que tuvo cerca y tanto en el seno familiar de manzanas podridas en árboles de ese jardín de tierra infértil de bondad, como en los que entraron en el mundo como polizón, no son culpables de lo que no hicieron por ellos.

El mal ya estaba plantado y ese sería su camino porque lo alimentarán con aguas sucias de las que ellos mismos beben desde el principio de los tiempos.

Afortunadamente, el mundo tiene y goza de los nacidos en bondades y valores que crecen regados con aguas sanas y cristalinas, tan potables que permiten ser samaritanos de la humanidad y darle de beber cuando la piden.

El mundo no nace dividido entre lo malo y lo bueno en la humanidad, No se trata de maniqueismo en la que todos son buenos o todos son malos. Esa dualidad se manifiesta en las acciones y pensamientos que el ser va desarrollando en su educación o con la carencia de ella. La brújula siempre será el uso de la razón, cuanto más te separes de ella, mayor será el peligro de que el aire contaminado y oscuro te conduzca hacia el no pensamiento personal y te introduzcas en campos de guerra sin saber ni el porqué estás allí, pero en ese-dejarte-llevar por la masa que te arrastró, resultará tu nuevo hogar.

Fuertes aires corren estos tiempos. La maldad está desatada y no se juzga a sí misma cuando pasa arrasando por las tierras que daban frutos y alimentaban de bienes y buenas cosechas. La razón está en el ostracismo, encarcelada y sin pan ni agua. Son cada vez menos los que se acercan a  visitarla aun en contra de los carceleros que la encadenan. 

Mientras, la maldad baila el último ritmo de moda, renacido de los baúles del horror que nunca destruyeron ni pusieron un candado seguro. Y, cuánto más se propaga en las ondas, redes y pantallas más se fortalece en músculos pero no en inteligencia capaz de matar la razón cuando a esta se la libere. Es tal su miedo a ese enfrentamiento que lo esconde tras palabras distorsionadas que albergan frases con discursos vacíos de la lógica que carecen y que pretenden estribillos de trasnochadas canciones de verano de las más insulsas y horteras.

¿Y quién sacude al mundo para deshacerse de esta moda malvada?: La realidad. Es la única con el poder de quitar máscaras y antifaces que engañan a los advenedizos a ese lugar maldito, en los que el mal es su bandera de pirata que ondea desacarada al sol, a ese sol que es de todos y todas, y cuyas lenguas nos enriquecen en su diversidad de comunicación y de las que sólo despotrican los limitados y cerrados a la cultura y a la diversidad de la igualdad aun pareciendo paradójico.

Comentarios

  1. En resumen, de tu excelente artículo se desprende que el monstruo sigue vivo. Los jóvenes hoy, lo siento, son más manipulables que nunca con tanto mal uso de las redes y tantas teorías conspiranoicas que hasta te insultan si te ríes de la tierra plana. No es el fascismo a la española del franquismo; es eso pero potenciado con la cultura del odio y la ignorancia. He dicho y no por capricho. 🥰🥰🥰

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  2. Triste realidad, sí. Buena exposición la tuya.

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  3. Es una verdadera realidad, todo está encajado en la sociedad para que las personas seamos más vulnerable y se nos puede manipular al antojo de unos pocos.
    La fuerza a la razón , a la humildad,y a la tolerancia, debe de vencer a la maldad y a la injusticia

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