"TRILOGÍA DEL MÁS ALLÁ + 1= TETRALOGÍA"

 

Dicen que 2 son compañía y que 3, son multitud..., pues, vamos a dejarlos emparejados y evitamos disputas que no era esa la idea. De trilogía hemos pasado a TETRAlogía; no, es la misma etimología, pero haciendo un juego de palabras podríamos llegar a  lo TÉTRICO...

Como cualquier día, de manera inconsciente, es habitual que actuemos así: Llegamos a  casa, encendemos el interruptor de la entrada y, enseguida, el del baño. Vamos hacia el frigorífico y echamos un vistazo a su contenido con calma, sacamos de él lo que vamos a utilizar y a cocinarlo en la vitrocerámica; paralelamente, conectamos la/las tele/s para estar informados por todos los sitios que pasamos. Si el móvil está bajo de batería, lo enchufamos; mientras, quizás, necesitemos el horno además de la placa, lo encendemos para que vaya cogiendo la temperatura necesaria; ah, la lavadora, se nos olvidaba;  uno de tus hijos tiene entrenamiento y lavarás su equipo (2 prendas) y estará listo esta tarde porque la secadora lo hará posible. La tarde se va poniendo más fresca, traemos el radiador grande y calentamos la sala de estar o el salón. Vaya, el hijo pequeño se ha retrasado unas horas y su comida está helada, repetiremos todo el protocolo del horno y comerá caliente. Se ha hecho de noche enseguida, las lámparas de mesa o del techo comienzan a iluminarse. Cada miembro de la familia se retira a su habitación, trabajará con su ordenador, impresora o, quizás, tenga más suerte y saque su play y la conecte en su propia tele. Cuando sienta frío, de inmediato, le acompañará su radiador y se sentirá mejor. Llegan las horas de las duchas (la primera o segunda del día) y el agua saldrá a la temperatura que deseemos sin duda. Ya mismo hay que cenar, volveremos a repetir los movimientos del mediodía o se añadirán, también, otros con el microondas. Posiblemente, solo falte un par de lavadoras y el lavavajillas para terminar la jornada.

¿Cuántos os habéis extrañado de este recorrido tan   habitual?. Todo esto, tan normalizado, es la auténtica fantasía para la mayor parte del país desde que empezó el verano y, con él, las fantasmagóricas facturas de las putrefactas eléctricas sin escrúpulos, esas son las auténticas representaciones del más acá, de las miserias, del frío, del hambre y de todo lo que fuera necesario para sobrellevar este duro invierno que ya se asoma y que amenaza fuerte a los más débiles.

No, no es necesario  buscar, en el terror para  ¿disfrutar del miedo?, estos días copiados "del más allá del  Atlántico. Abramos los ojos, veamos la realidad. Te aviso, no sé si estarás preparado para tanto TERROR.