"DEL SATISFACTION AL SATISFYER"

La palabra satisfacción viene del latín "sastisfactio" (= acción y efecto de hacer lo necesario). Sus componentes léxicos son : satis (= bastante, suficiente), facere (= hacer) y el sufijo -ción (= acción y efecto). Hablamos, por tanto, del placer, de buscarlo y conseguirlo.

 Los Rollins Stone  lo pusieron de manifiesto en los 60 en su canción más emblemática. Ya cuestionaban su "insatisfacción" por no estar satisfechos con su vida cotidiana en general. Veían imposible lograrla por verse incomprendidos en esa  sociedad imitable, tan copiada, incluso, en  el amor. No encajaban y se rebelaban ante esa situación a través de esta canción. Los que no sabíamos inglés, pensábamos que su título era "SATISFACCIÓN" y nos equivocamos, era justo lo contrario: "NO PUEDO TENER SATISFACCIÓN". Eran años de protesta y, así, encajaba mejor en su contexto. Su letra alude además a que no le gusta ser una copia del resto, desea ser único, ser sí mismo.

La búsqueda de la satisfacción, del placer, del bienestar tiene su origen desde el principio de los tiempos. Muchos la encuentran en la comida, en la bebida, en su posición social y económica y, por supuesto, en el sexo. La filosofía hedonista es la mejor acogida como forma de vida, normal. 

El placer sexual es innato a la persona, que lo encuentre o no dependerá de la forma en que lo busque para sentirlo. La negación solo se podría entender si, previamente,  han sufrido traumas o una educación con  creencias religiosas o morales que castrasen a la persona  negándoselo a sí misma.

Entre los humanos, la búsqueda del placer sexual solo estaba justificada en el género masculino: "es un hombre y tiene que saciar su instinto"; mil veces lo he escuchado en boca de mujeres, liberándolo de culpa por haber hecho lo que su naturaleza le demandaba...

El sexo, en la mujer, era solo una parte de su cuerpo al servicio del vicio del hombre que debiera poseerla. Parte prohibida; tangible para él, intocable para ella. 

La cultura sexual femenina era nula y lo sigue siendo, por desgracia, en personas que se la "autoniegan" por considerarla pecaminosa y prohibida por su convicciones religiosas o educacionales. No olvidemos que la castración física en la mujer sigue vigente en la "cultura" de muchos países, practicando la ablación genital para extirparle cualquier atisbo de placer a través de su sexo.

La educación y la libertad de culto, cultivando desde su libertad,  va abriendo caminos cerrados para la mujer. Ya no está al servicio y a la disponibilidad de otro/s. El placer ha de ser mutuo o, adiós. Y, en ese adiós, se abre la búsqueda de su propia satisfacción por sí misma y descubriendo algo que, sin duda, desconocía: la vagina es SU COÑO.

OBSERVACIÓN: SI ALGUIEN SE ESCANDALIZARA POR ESTE RELATO, ESPERO QUE, AL MENOS, NO SEA UNA MUJER.