"CUENTOS ARRIMADOS A LA ABUELA: PARA TI, DANIELA, MI NIETA!

 

No fue el érase una vez, fue ayer, veintiuno de septiembre a las 3.31 de la tarde; con prisas, dos semanas antes de lo esperado, tu llegada a este mundo real, el de todos. Envuelta en la toquilla dulce de tus tres abuelas Sampe, Fanny y Manuela y los ojos húmedos de tus abuelos Paco y Pepe junto a la tita Carmela, la más grande hermana de mamá.  A tus padres, no le cabían más emociones en sus corazones, se los llenaste por completo hasta rebosarlos.

Te asomaste con los ojos abiertos, y sin perder detalle  desde el primer segundo de  vida. Alzaste tu voz rotunda con el "YA ESTOY AQUÍ, QUEREDME MUCHO". Ese amor infinito ya lo tenías conquistado y nunca te lo arrebatarán. 

Quiero contarte que los cuentos estarán cerca siempre en tu camino y tendrás que convivir con ellos en momentos dulces y en los menos. Si un día amaneces Caperucita, sé más astuta que el lobo, no le dispares, háblale y, si no lo convences, demuéstrale que tu mente es más grande que la suya para entenderlo todo mejor y aléjate. No huyas de las ruecas por miedo a pincharte y a quedarte un siglo dormida, revisa siempre tu camino por ti misma y cambia tu destino. Come todas las manzanas que te apetezcan, pero míralas antes de hacerlo; si alguna fuera sospechosa, apártala, pero no reniegues de las demás, no todas serán iguales. Si fueras Sirenita, lucha por obtener tus pies sobre la tierra, están ahí, te lo aseguro. No busques tu príncipe azul, no desdeñes ningún color, el amor no tiene título ni género. No permitas que los débiles se queden solos, defiéndelos, ponte siempre a su lado, a tu lado. Busca aventuras a través de la lectura, recorrerás el mundo haciendo el tuyo más grande. No te conformes con lo que te cuenten, compruébalo y escribe tu propio cuento donde lo que no exista, sea creado por ti. Ama, por encima de todo, tu libertad para decidir, para pensar, para sentir, para soñar y para vivir. Nunca pretendas ser la princesa del cuento porque ya eres la REINA DE TU VIDA