"AMORES, DESAMORES Y OTRAS LOCURAS"

La pregunta eterna es ¿qué es el amor?: ¿enamorarse? y nos lleva a otra cuestión: ¿qué es enamorarse? vibrar, sentirte flotar en un mundo etéreo, sin pies ni cabeza porque se pierden en ese vuelo. Toda la vida anterior pasa a un segundo, tercer o cualquier plano perdido en el universo. Pierdes los papeles escritos donde estableciste tus normas y que ya no sirven. En ese estado, la realidad no existe, solo las nubes lo sostienen hasta que llega la lluvia y sus tormentas y con ellas, el desamor que te deposita en la tierra sin paracaídas y el daño es incalculable y sus lesiones, muchas veces, irreparables.

En otras ocasiones, ese enamoramiento llega templado y, al enfriarse, se solidifica en querencia y aceptaciones de lo que ya no es y de lo que es ahora. Ese querer se traduce en la compañía de esa rutina que les mantendrá, incluso, hasta el final de sus vidas. 

Y, existe, y hay que mencionarlo, ese amor de amistad mediante el que se pacta, directamente, sin vivir la etapa turbulenta del enamoramiento, el ser compañeros de vida sin más. Les basta esa calma desde la tierra y no aspiran a más vuelos: crear una familia, un hogar con lo básico para vivirlo. No se plantean el porqué están, tan solo, el porqué no.

No podemos obviar a los que nunca sintieron. Ni  el frío ni  el calor; conviven sin convivir más allá del día a día, sin esperar emociones, sin sentimientos, ni nada que los una más que las horas del presente y que pueden ser pasado al anochecer.

Todos ellos y algunas más variedades son siempre aceptables, vienen con la vida o se buscan en ella. Están ahí. Unos nacen y, otros, se hacen.

 Hemos citado posibles variedades de amor o no en parejas. Que el amor va mucho más allá de esta combinación es innegable: a los hijos, a la familia, a los amigos, a la sociedad, al mundo, al ser humano. Estos no bailan al son de melodías y gustos o tendencias o altibajos, estos deben ser eternos, sanos, limpios, no pactables, ilimitados..., INFINITOS.